Ribó reconoce problemas «puntuales de limpieza» estas Fallas «por la gran afluencia de gente» sin una pizca de autoreflexión

Estas Fallas 2023 han sido de récord en el Cap i Casal, y es que aún no se tiene cifras oficiales de visitantes, pero las calles de la ciudad eran intransitables dada la marea humana. Especialmente en el centro y Ruzafa era imposible caminar diez metros en línea recta.

Nunca antes había pasado que a las 13h se colapsara la estacio del Nort en Renfe, donde el sábado la afluencia a la mascletà fue tal que miles de valencianos se quedaron atrapados en su interior intentando salir para ver la mascletà. En los alrededores de la estación ya no cabía más gente, y muchos tuvieron que escuchar la mascletà desde el interior de la estación al no poder salir.

Problemas de limpieza y de organización

Se esperaban unas Fallas de récord, «la normalidad» tras la pandemia se preveía desbordara las calles de gente. Pero este año la previsión fue casi nula a nivel municipal. Los refuerzos de limpieza y seguridad se vieron claramente desbordados incluso los días anteriores a Fallas.

No hubo pasarela en la ofrenda y se volvió al sistema de un paso para peatones marcada en la confluencia de San Vicente con Plaza del Ajuntament. Esto ralentiza y mucho el paso de comisiones falleras. Así la Fallera Mayor de Valencia iniciaba su recorrido casi a las dos de la madrugada. Más de dos horas y media de retraso con lo inicialmente previsto.

La suciedad se desbordaba en cada rincón. Las papeleras y contenedores estaban llenos las 24 horas del día y daban una mala imagen a la ciudad. Si querías tirar tu lata de refresco a la basura era casi imposible porque los receptáculos estaban desbordados.

Joan Ribó y su lanzamiento de pelotas

Ante los problemas generados el alcalde Joan Ribó nuevamente hace gala de una nula autoreflexión y análisis de lo ocurrido y lanza balones fuera. Ante la falta de limpieza aseguró a los medios que «había mucha gente» y eso «generó problemas puntuales de limpieza».

Ante el desfase de más de dos horas en la Ofrena a la Mare de Deu destaca el alcalde que «antes había 80.000 falleros y ahora hay cerca de 120.000». Pero olvida que antes de pandemia ya el censo superaba los 100.000 falleros, aunque la pandemia hizo perder un 20% del mismo que este ejercicio se ha recuperado.

Ribó añade que «no sé si la Fallera Mayor llegaba antes a las 3 de la madrugada, pero creo que a las dos sí ha llegado muchas veces». Una nueva oportunidad perdida de asumir una realidad que de nuevo el negacionista Ribó quiere ignorar.

Lo que sí reconoce Ribó es la falta de urinarios en muchos espacios de la ciudad, lo que ha llevado a orinar en la vía pública a miles de turistas. Unas Fallas para repensar.