¿Fallan los protocolos en colegios e institutos?

Después de la primera semana de clases, donde en algunos centros educativos comenzaron el lunes y en otros no ha sido hasta casi finales de la semana pasada, hay que hacer balance deestos primeros días de colegio y el grado de cumplimiento de las medidas del COVID-19.

El Ayuntamiento de Valencia se salta el propio protocolo en el inicio de las clases

los padres no pueden acceder alc entro con sus hijos, pero el equipo de gobierno tiene privilegios al ser centros municipales.

El protocolo establece que para que sean entornos seguros, nadie ajeno al personal o a los alumnos podrá visitar los centros escolares. De esta manera, la atención a los padres es telemática o telefónica. Pero esta indicación del protocolo no sitvió para que el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Valencia desembarcara hasta en tres coelgios distintos de la Ciudad. Los que visitaron los centros escolares fueron:

  • Joan Ribó, alcalde de Valencia (Compromís)
  • Sandra Gómez, vicelcaldesa y portavoz del PSPV.
  • Sergi Campillo, vicealcalde ( Compromís).
  • Luisa Notario, concejala de Compromís.
  • Maite Ibañez, concejala del PSPV.
El alcalde y su cortejo diambularon por distintas estancias de hasta 3 colegios distintos

Hasta 5 concejales visitaron 3 colegios distintos. Fueron el Colegio Municipal Benimaclet, en la calle Arquitecto Arnau. También visitaron el Santiago Grisolía, en La Isla, calle Ramón de Campoamor y el Colegio Fernando de los Ríos, en la calle Joaquin Benlloch. Lo hicieron acompañados de asesores y cámaras, además de miembros de seguridad. Una comitiva de no menos de 10 persoans que rompió el protocolo sin importar lo más mínimo la salud de los niños. Lo importante era la foto según parece.

Lo importante parece que era la foto.

Por si esto no fuera ya la guinda del primer día, el Call Center y la web de atención a los padres puesta por la Conselelría de Educación empezó a funcionar correctamente casi el primer día de colegio.

Los niños y los protocolos

Hablando con un adolescente de un Instituto de Secundaria, asegura que lleva su botellita de gel hidroalcohólico y su paquete de pañuelos desechables. Les han indicado que al llegar limpien con gel y con el pañuelo la mesa y las sillas que ocupan y al irse lo hagan de nuevo.

Extraña foto para un adolescente, en cuya clase hay 25 alumnos por cierto, y asegura que extendiendo el brazo toca al compañero de al lado. Eso sí, todos con mascarilla y bien provistos de geles hidroalcohólicos.

Toca educación física, es la segunda clase del día, donde dan 20 vueltas al patio del centro. Después de sudar durante 45 minutos, vuelven a clase porque las duchas no se pueden utilizar, eso sí, tienen gel hidroalcohólico. Pero el olor a humanidad a lo largo de la mañana ya no habrá quien lo elimine.

Llega la hora del patio, al mismo al que horas antes le dieron 15 vueltas pero ahora sólo pueden estar en una pequeña parcela cada clase. A pesar de haber utilizado antes todo para educación física. No puede acercarse a sus amigos de otras clases.

Acaba la jornada lectiva y los amigos de distintas clases se esperan para ir juntos hacia casa, a pesar de no haberse podido juntar en el patio.

¿Y qué pasa si hay un positivo en clase?

Esta semana hemos conocido ya los primeros positivos. El caso de una madre cuyo niño tuvo algo de fiebre y por precaución le hicieron la PCR. El problema es que superó la fiebre pero el resultado de la PCR no llegaba y con el niño ya recuperado y sisn síntomas volvió a clase. El problema fue cunado casi 5 días depués le notificaron el positivo. ¿Dónde estaba el niño?. Pues en la guardería con los demás niños…Habemus problemas…

Catadau y sus positivos

Una madre en pleno domingo recibe un correo electrónico el sábado del centro escolar de su hijo. Un compañero que el jueves se encontraba mal ha dado positivo en COVID-19. El correo es sólo informativo y la madre se pregunta ¿qué hago ahora?. Porque su hijo estuvo en contacto con el positivo hasta el mismo jueves. Nadie le informa de ningún protocolo.

Llama a Sanidad y a Salud Pública e informa de ello al Centro de Salud, donde le dicen que se confine en casa. Pero luego llega un correo recordando la obligatoridad de la educación y que hoy todos a clase. Al final han sido dos positivos en dos clases distintas. La familia tiene personas de riesgo viviendo en casa y otros menores en otros centros escolares. La burbuja se rompe en casa.

Al final, tras la insistencia, parece que si da síntomas le harán la PCR, pero hoy estará en clase. ¿Qué pasa si se ha contagiado? Pues que en casa habrá contagiado a todos y el hermano irá a otro centro escolar y los padres cada uno a su trabajo. La rapidez en la detección es fundamental y eso es justo lo que no hay.

Los profesores con su inventiva los verdaderos salvadores

Una profesora de primaria de un Centro de Valencia nos cuenta que en clase los peques se lo han tomado como un juego, que cada uno trae su material. Pero resulta que a un alumno le falla un color y se lo pide a la profesora. Otro necesita el sacapuntas. Pues el protocolo aquí dice que no se pueden compartir materiales. La profesora es al fin quién salva la situación como heroína. Les deja el material que necesitan , pero al acabar de utilizarlo lo mete en una caja «especial». Al finalizar la jornada saca lo utilizado en esa caja y con gel hidroalcohólico y un paño, desinfecta cada color, cada elemento utilizado. Además gasta una caja de plástico que mediante un rociador la rocía con solución con lejía rebajada en agua. Su inventiva salva las situaciones diarias. porque de nuevo, los protocolos son muy genéricos.

¿Fallan los protocolos? juzguen ustedes mismos.