Ayer mismo en la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Valencia, el vicealcalde de Valencia aseguró que «se retirará el monolito cuando se ponga la escultura prevista».
Así, retorciendo la moción presentada por su socio de gobierno, donde Borja Sanjuán se autoenmendó, aseguró que «cumpliremos con el madato del Pleno, que es convocar en el futuro un concurso de ideas de escultura«.
De esta forma, Compromís daba por zanjado el tema y la polémica y de paso se burlaba de su socio de gobierno y de la oposición.
Un pleno inaudito y confuso
Desde el PSPV se afirmó en el Pleno que «no puede haber monumentos a la anti-participación, privilegiando a los unos sobre los otros movimientos«. Desde el PSPV se quiso llegar a un acuerdo para convocar un concurso entre artistas y escultores de prestigio que realice un monumento identitario que aporte valor cultural y rinda homenaje a todas las reivindicaciones que se expresan en la Plaza del Ayuntamiento. Acusando a Compromís de aprovechar el poder para imponer su ideología y autocomplacerse.
La clave es la confusión en lo que se votaba que generó tensión entre todos los grupos y la suspensiónd el Pleno por unos minutos. Ahora Compromís se acoge a que noe stá clara la redacción, asegurando «no pide la retirada inmediata del monolito».
Una nueva tomadura de pelo desde Compromís a la ciudadanía y al propio Pleno, donde si no sale lo que quiere Compromís, no pasa nada, no se cumple con el mabdato y ya está.
El PSPV en una difícil situación
Si el jueves salía reforzado el PSPV con la aprobación de su moción, ayer en la Junta de Gobierno local se pudo constatar que Compromís no tiene intención de cumplir con la retirada. Esto deja en mala posición al PSPV donde se evidencia que le han tomado el pelo sus socios de gobierno con triquiñuelas propias de colegio de infantil y primaria.
El colmo de la participación ciudadana
Como bien apuntaban desde la oposición y desde el PSPV, el colmo era hacer un monolito a la «supuesta participación ciudadana» y no contar absolutamente con ningñun movimiento social más que uno y conseguir que todos los grupos municipales se pongan de acuerdo en contra de la actitud de Compromís.
Si el 15M era un llamamiento a acabar con als imposiciones, Compromís ha conseguido imponer, una vez más, sus tesis, esta vez en contra de todos y todas. Ahora con el alcalde criticando a vecinos que se manifiestan dejando entrever la ignorancia de los vecinos, actuando quan Donald Trump llamando «Fake News» a los medios de comunicación que no le hacen seguidismo, y sólo recibiendo a los palmeros, ha convertido el Ayuntamiento en su cortijo particular. Justo lo que él criticaba desde la oposición hace ahora ya 6 años, pero el poder cmabia a la gente y ahora hace justo lo que criticaba de los demás…
