Luisa C. Perosán: El Saler, campamento ciénaga.

– El turismo es un gran invento. Una fuente de ingresos supuestamente, pero ¿y si solo es en parte un gasto y una fuente de problemas?

Pues sí, hay cierto tipo de turismo que solo da problemas y que además hemos de financiar.

El Saler o Pinedo, con párquines pagados por todos los valencianos, con un mantenimiento a costa de nuestros ayuntamientos, está siendo invadido por caravanas de guiris, que además defecan en las inmediaciones. Es un triste ejemplo. Ese parking para ir a la playa ya no está disponible, muchas caravanas lo han invadido. Y se lo pagamos nosotros. Además, no puedes caminar por el bosque porque lo han convertido en un campo de minas con sus deposiciones.

Es ilegal, pero ¿Dónde está la policía? Multándote a ti. No les importa, o no tienen orden de ir a ese parking a “poner orden”.

Las fallas se han juntado prácticamente con la semana santa y esto ha traído a Valencia mucha gente. Personas que llenan hoteles, restaurantes y visitan la ciudad, pero también gente que viene con su chabola rodante con la esperanza de que las comodidades se las pagues tú.

Es inconcebible que te encuentres a la policía en una rotonda en Pinedo, haciendo un control, pero que no se les haya ocurrido ir un par de kilómetros mas hacia el Saler, y ver algo verdaderamente ilegal.

Es como si solo estuvieran para controlar al “paganini”, casi dan ganas de comprar una de esas chabolas rodantes y hacer lo que te salga de las narices sin consecuencias. Ir al Palmar con tu coche supone más control que aparcar en un parking público tu cacharro, cagarte entre los arbustos y dejar tu detritus en una papelera.

Es un gran problema para todos.

Para aquellos que nos visitan de forma normal y se gastan sus buenos dineros (que dejan en nuestra ciudad) y para los que cargamos con los gastos de tener una ciudad y una costa decente y limpia.

¿Porqué siendo esto ilegal se consiente?, ¿por qué se consienten esos asentamientos? Es acaso ¿un complejo porque son guiris?. Seguramente.

Ya me gustaría ver a esos municipales llamando a la puerta de estas chozas rodantes, pidiendo documentación y haciendo su trabajo.

Este tipo de turismo no es turismo, es una forma algo más “sofisticada” de okupación. Contamos en Valencia con magníficos campings, con todo tipo de servicios, con mantenimiento y con precios más que asequibles. Estos campings, sus dueños, pagan una gran cantidad de impuestos. ¿Porqué entonces, no se hace valer la ley, que ampara entre otros, sus intereses?, ¿Porqué hemos de soportar los contribuyentes y empresarios del turismo este campamento ciénaga?.

 

Se me ocurren muchas respuestas y muchas razones. Ninguna de ellas responde a la lógica más elemental, pero son los tiempos que nos ha tocado vivir.

La policía no va a controlar esto porque nadie se lo ordena. Nadie se lo ordena porque a nadie le importa. A nadie le importa porque a nadie le importan los que pagan impuestos. Es como si el dinero lloviera en forma de monzón y nadie se esforzara para obtenerlo. Ese es el gran problema de “lo público” que parece que todo brota por generación espontánea, como champiñones en una cueva. Pero no, señores del ayuntamiento de Pinedo, Del Saler. Sus vecinos y empresarios pagan mucho dinero para que las cosas funcionen. No es de recibo que aquellos que en absoluto contribuyen no solo disfruten de lo pagado, además, hagan un enorme gasto. ¿Quién limpia estos parkings? ¿Quién recoge la basura? ¿Quién limpia los paseos?. Si, los servicios municipales que pagamos todos.

El agua de las duchas, las papeleras y contenedores repletos de basura, el espacio absolutamente ocupado. Y porque no decirlo, la inseguridad, porque se ven personajes dignos de una película de Guy Ritchie.

Eso sí, llegará el 21 de junio, San Juan, y no faltarán dispositivos como si hubiera un estado de guerra, para que ningún valenciano pueda hacer una hoguera y celebrar la fiesta como hace siglos. Incluso se echará mano de protección civil. ¿Les parece razonable?.