Los robos de las cosechas de naranjas vuelven a ser actualidad en un año especialmente duro para el campo

Comienza en nuestros campos la campaña de recogida de la naranja y por desgracia, un año más comienzan los robos. En muchos campos a punto de cogerse la producción son atacados por cuadrillas especializadas en este tipo de robos.

Un año especialmente difícil para el sector primario

Los agricultores han tenido un año especialmente duro, debido a la pérdida de poder adquisitivo derivada del espectacular incremento de costes. Algunos lo achacan a la Guerra de Ucrania, pero desde que ha sucedido esta invasión de Rusia al territorio soberano de Ucrania sólo han conseguido dispararse aún más.

Desde hace unos años, los fertilizantes han subido más de un 300%. Pero este último año, el incremento de costes se ha derivado del aumento de los combustibles y suministros. Así, agua, luz y gasoil se han elevado de manera exponencial. Esto añadido a nuevos conceptos en la factura energética como los de “tope del gas” han hecho duplicar la factura eléctricas en muchas comunidades de riego.

Siguen demandando que se cumplan las leyes. Así, la ley de la cadena alimentaria que en teoría iba a luchar contra la venta a pérdidas ha sido un rotundo fracaso. Ya que a los agricultores le siguen comprando la cosecha por debajo de costes. Muchos se ven obligados a vender para no perder hasta la camisa.

Los robos

Por eso este año deberían cuidarse más las parcelas, en un momento complicado como es el de la recogida de la cosecha, donde collas de “collidors” se acercan a los campos para recoger los frutos de todo un año. Este momento es utilizado por los amigos de lo ajeno para delinquir, y de paso hacer su agosto. Así,e sta mañana el propietario de varias parcelas en Alberic se ha encontrado cuando iba a preparar la recogida de la naranja los árboles ya recogidos.

Los amigos de lo ajeno han accedido desde un campo junto a una carretera a los campos más escondidos y allí han recogido y robado la cosecha que tanto costó conseguir llevar a adelante. Más de 25.000 kilogramos de naranjas valorados en más de 6.000€ son los que han robado.

Poca vigilancia policial

Lo que en muchas zonas aún denominan como guardia rural eran unidades especializadas de agentes de policía local que cuidaban el término municipal y de sus campos. Hoy la precariedad de muchos ayuntamientos han hecho que las plantillas de policias locales mengues y se destinen estos efectivos a otras tareas, abandonando los campos.

Esto no ha pasado desapercibido a los amigos de lo ajeno que han aprovechado para incrementar los robos en los campos, con cosechas a punto de recolectarse. Un perjuicio para los agricultores y para los consumidores, ya que la trazabilidad de la naranja no existe en estas naranjas de dudosa procedencia que tratarán de vender en cualquier sitio.

Otro de los grandes problemas es que las autoridades no siguen esa trazabilidad, porque a veces comprobamos como una finca da una sobreproducción imposible, ya que algunos nos intentan colar como valencianas naranjas que han cargado en Marruecos o en otras latitudes.

Falta de voluntad política

Esto que parece tan fácil a las autoridades parece no importar y de nuevo olvidan al campo y sus necesidades, pero luego se llenan la boca de campañas de promoción de la agricultura en sus medios afines. Empecemos por lo básico, que se cumpla la ley, las autoridades no pueden seguir abandonando a su suerte a las miles de familias del sector primario.