Reapertura de la Sala Rodrigo: «Una serenata Mozartiana con mucho arte y oficio»

– El Palau de la Música de Valencia está de enhorabuena.

En el caso que nos ocupa, la reapertura de la Sala Rodrigo, -sin duda, una feliz circunstancia-, la enhorabuena hay que hacerla extensiva, además, a la obra que escogieron y los músicos que la interpretaron: La Serenata nº 10 para vientos en Si Bemol Mayor, de W. A. Mozart, popularmente conocida como la “Gran Partita”, interpretada por el Conjunto de Vientos de la orquesta de Valencia, bajo las manos rectoras de Paul McCreesh.

Un auténtico capolavoro interpretado con mucho arte y oficio. El oficio se pudo apreciar en la perfecta conjunción y empaste entre los miembros de este Ensemble, además de superar con habilidad algunos contratiempos leñosos en los instrumentos de doble lengüeta, acometidos casi sin despeinarse, con resiliencia y profesionalidad.

En cuanto al arte, rezumó por doquier, en todos los movimientos de esta “Gran Partita”. Tras el primer movimiento doble, Largo-Molto Allegro, -en donde pudimos observar el aliento operístico de Mozart en la introducción lenta, no exenta de cierta gravedad, y el diálogo entre oboes y clarinetes con el arribo de la forma sonata monotemática del Molto Allegro-, se alcanzó, por fin, el primero de los Minuetos.

  • Se trata de una pieza muy peculiar, con dos Tríos.

El primero de ellos está confiado a la familia de los clarinetes (clarinetes y corni di bassetto, en este caso). Acaso esté presente aquí la sombra de Anton Stadler y de la Francmasonería, habida cuenta que la familia del clarinete gozaba de magno predicamento en los oficios masónicos; amén de que Stadler, gran amigo de Mozart, era un destacado francmasón. Brillaron aquí la saga de los Alós (ilustre apellido valenciano de pintores escenógrafos dedicados a la ópera y la zarzuela) y los bassettisti Víctor Estarelles (su emoción interpretativa conseguía alzar el vuelo de su instrumento) y Cornelio Gómez, más reposado sobre la tarima, imbuido de romana gravedad.

El tercer movimiento, que constituye el Adagio central, se deslizó sobre el ritmo regular de corcheas del segundo fagot (Ignacio Soler) y el contrabajo (Javier Sapiña), a los que se opusieron los restantes instrumentos con sus síncopas. Es un lindo Adagio, en donde los dos temas de esta forma sonata no están muy bien dibujados, pero no al estilo de Debussy en su Rapsodia para saxofón alto, -aquí el francés pretende oponerse al desarrollo temático teutón, wagneriano, contraponiendo las texturas-; sino porque Mozart lo presenta como una página de tutti casi con vocación de acompañamiento.

En el cuarto tiempo –otro Minueto con dos Tríos- y el quinto, (Romanza) los fagotes soportaron de manera estoica el rápido staccato que recuerda a los obbligati de los violonchelos en los Concerti Grossi de Arcangelo Corelli (como, por ejemplo, el Opus 6 nº 8 en Sol Menor, compuesto para la Misa del Gallo).

Las variaciones del sexto movimiento fueron un deleite sonoro a cargo del clarinete y, particularmente, del oboe solista, quien volvió a demostrar, una vez más, que el instrumento de Hoteterre y Philidor, cuando suena elegantemente, lejos de escuchar a un ánade, parece insuflado por los ángeles. José Teruel cautivó al público, como el resto de los músicos del Ensemble. En el séptimo y último movimiento, una explosión de júbilo con el concurso tenuti de las trompas.

En el bis de regalo, una maravillosa versión del Non più andrai, esta celebérrima aria con forma de rondó.

FICHA TÉCNICA:

  • Lugar y fecha: Palau de la Música, Sala Rodrigo, domingo 29 de octubre, 19’30 horas.
  • Programa: Serenata nº 10 para vientos en Si Bemol Mayor, KV 361/370ª “Gran Partita”, de Wolfgang Amadeus Mozart.
  • Intérpretes: Ensemble de Vientos de la Orquesta de Valencia (José Teruel, oboe I; Daniel Ibáñez, oboe II; Vicente Alós, clarinete I; Josep Alós, clarinete II; Víctor Estarelles, corno di basetto I; Cornelio Gómez, corno di basetto II; Juan Enrique Sapiña, fagot I; Ignacio Soler, fagot II; Santiago Pla, Alfredo Cabo, Juan Ramón Gassó y Cristian Palau, trompas; Javier Sapiña, contrabajo).
  • Director: Paul McCreesh.
  • Director asistente: Valentín Sánchez Venzalá.

Francisco Bueno Camejo