El Museo de Bellas artes incorpora pintura de gran formato en la sala del coro

Tres pinturas de grandes dimensiones del tardobarroc se contemplarán en la sala y desde la planta baja del Museo

El Museo de Bellas artes de Valencia ha incorporado tres nuevas pinturas de grande grandes dimensiones a su colección permanente en la sala 19, conocida como la sala del coro.

Los cuadros son los siguientes: ‘Cristo anuncia la muerte a santo Doménec de Guzmán’ (224,5 x 472,4 cm) de Apolinari Larraga, ‘Sant Lluís Bertrán en el milagro del pan convertido en sangre’ (113 x 229 cm) de Gaspar de la Huerta y ‘San Tomás de Aquino invitado a la tabla de san Luis, rey de Francia, se pronuncia contra los maniqueos’ (221,3 x438,5 cm) de Evarist Muñoz Estarlich. Son lienzos de pintores del tardobarroc, que trabajaron al final del siglo XVII y XVIII y que llegaron al Museo procedentes del convento de Santo Doménec.

Las obras elegidas son cuadros de convento que servían para decorar el coro de una iglesia o el refectori de los monjes que por su longitud apaisada solo se pueden colocar en muros amplios.

Según ha explicado el director del Museo, Pablo González Tornel, «son cuadros pensados para ser vistos en alto. En las salas no hay espacio para ellos por su magnitud y la sala del coro es el espacio idóneo».

Forma de iglesia formada por una nave longitudinal con capillas

La estructura arquitectónica donde se alojan los retablos tiene forma de iglesia formada por una nave longitudinal con capillas, precedida por un nártex y un coro sobre este. Ahora el visitante podrá acechar a contemplar el despliegue de retablos góticos desde una posición elevada al mismo tiempo que, a su espalda, lo acompañan, como en un templo barroco, pinturas de gran formato.

El director ha añadido que el discurso museográfico de estos cuadros «empotra toda la primera planta, con sus salas de arte barroco, con la nueva sala de barroco español, inaugurada en la planta baja el pasado mas de enero».

Las pinturas se colgarán a una altura de dos metros del suelo con una doble finalidad. Por un lado, porque puedan ser vistas desde la planta baja del Museo donde se encuentran los retablos góticos y de la otra porque la sala continúo siendo utilizada en la celebración de acontecimientos y actividades que programa el Museo semanalmente (conciertos, danza…)

Pablo González Tornel continúa con su línea de trabajo anunciada de recuperación de fondos propios del Museo y su exhibición al visitante de la manera más fiel a como fueron concebidas en su origen.