El IVCR+i restaura la predela de los Lázaros de la Catedral Metropolitana de Valencia

El Departamento de Pintura de Caballete y Escultura Policromada del Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i) ha restaurado una obra singular del patrimonio valenciano como es la predela de los Lázaros. Una pieza que consta de varias escenas: pasaje del rico epulón y el pobre Lázaro, Cristo Varón de Dolores y la resurrección de Lázaro.

Dicha pieza formaba parte del desaparecido retablo de san Lázaro, obra atribuida a Nicolás Falcó, pintor valenciano activo en Valencia entre 1493 y 1530.

Difícil restauración que se ha acometido con gran minuciosidad

La pieza sufría alteraciones por la degradación de los materiales y por el incendio que se produjo en el palacio arzobispal en el año 1936. Parte de su estructura se encontraba calcinada, con la consiguiente pérdida de zonas concretas. Además, las altas temperaturas a las que se vio sometida la tabla habían afectado, en gran medida, a los materiales originales empleados tanto en la policromía como en los dorados.

Previamente a la intervención de la obra, se han llevado a cabo una serie de estudios científicos mediante los cuales se han podido determinar los materiales y la técnica de ejecución que utilizó el artista. Dichos estudios han resultado relevantes para poder acometer, con total garantía, la restauración de la pieza.

La restauración se ha realizado en varias fases de intervención. Combinando los procesos llevados a cabo en la policromía con los acometidos en los dorados. Con respecto a la intervención en la pintura, han resultado determinantes varias fases. Por un lado, la fase de limpieza, la cual planteó un gran desafío. Debido a que la película pictórica se encontraba cubierta por una gran cantidad de depósitos de diferente naturaleza distribuidos de forma muy irregular, además de diferentes intervenciones de restauración. Para ello se realizaron distintas fases de limpieza físico-químicas.

Por otro lado, se optó por una reintegración cromática discernible del original mediante la técnica del ‘rigatino’. El IVCR+i se apoyó en la documentación fotográfica que conserva el Institut Amatller d’Art Hispànic, anterior al incendio. Así se pudieron restituir aquellas zonas alteradas o perdidas devolviendo a la obra una unidad formal y compositiva.

Por lo que concierne a los dorados, la intervención resultó compleja debido a las sucesivas intervenciones de redorados que presentaban las molduras. Al igual que en la pintura, se realizaron diferentes fases de limpieza físico-químicas. Una vez acometidas dichas limpiezas, se pudo observar que apenas se conservaba el dorado original. Por lo que se decidió realizar una restauración conservativa de la obra con intervenciones puntuales que devolvieran una unidad estética a los dorados.

Restauración de dos libros del siglo XV y una carta de San Ignacio de Loyola

En el acto también se ha presentado la restauración que ha realizado el IVCR+i de dos libros de fábrica del siglo XV, concretamente de los años 1475 y 1476. Además de una carta autógrafa de San Ignacio de Loyola. El primer libro de fábrica está compuesto por dos legajos: uno correspondiente al año 1399 y el otro que comprende el período 1400-1402. El segundo libro está compuesto por seis libros que comprenden los años 1404, 1405, 1406, 1407-1408, 1408-1409 y 1405.

Los libros de fábrica albergan una información minuciosa de la contabilidad de una edificación. De la que se pueden extraer multitud de informaciones subsidiarias como la actividad que realizaba, las obras de arte que se encargaban o restauraban, los artistas a los que se les encargaban, etc.

La carta de san Ignacio de Loyola, aparte de ser un documento singular por tratarse de una carta autógrafa del santo fundador de la Compañía de Jesús (1491-1556), es también una reliquia del mismo.