Los pasillos del Hospital de Torrevieja siguen colapsados de camas con pacientes esperando atención sanitaria ante la indiferencia de Chimo Puig

Chimo Puig ha tenido manifestaciones multitudinarias, concentraciones, huelgas, pero sigue impasible ante el sufrimiento de miles de valencianos de la Vega Baja. Tanto usuarios como sanitarios siguen alzando la voz de la pésima atención sanitaria del Departamento de Salud de Torrevieja que sigue en estado de colapso permanente.

El President del Consell sigue sin mostrar la mínima empatía por el sufrimiento de los valencianos, sigue siendo un negacionista de la realidad y presentando proyectos futuribles a un largo plazo para los que ni siquiera tienen  consignación presupuestaria aprobada.

Pero nuestras autoridades siguen en campaña electoral, vendiendo una realidad de otra galaxia muy alejada de la realidad que viven los pacientes cada día. Unos políticos que por otra parte viven en su mundo de fantasía y viajan en coche oficial, lejos de las incomodidades del populacho, de trenes llenos, que nunca llegan a la hora o de autobuses colapsados. Eso sí se permiten darnos lecciones de moral sobre movilidad sostenible desde su contaminante coche oficial.

Grito desesperado de los usuarios del Hospital de Torrevieja

Están los usuarios del Hospital de Torrevieja tan desesperados que hasta han pagado una pancarta en la puerta pidiendo vuelva la gestión de Ribera Salud. Porque desde la reversión nada funciona. Dos estudios independientes aseguran que la calidad asistencial ha mermado considerablemente y el coste de los servicios ha aumentado en más de 50 millones de euros al año. Los datos objetivos muestran que no funciona y al final los perjudicados son los pacientes y su salud. Igual al político hay que decirle que si perjudica la salud y mata a sus votantes tendrá menos votos, a ver si así lo entienden en el Palau de la Generalitat Valenciana.

En redes sociales los usuarios han creado un grupo de Facebook llamado «Afectados por la reversión del Hospital de Torrevieja» que cuenta ya con más de 3.000 seguidores y donde cuentan sus experiencias y lanzan gritos de desesperación, que parecen no inmutar a un Conseller que se ha quitado la bata de médico para enfundarse en el traje de casta política.

Los usuarios advierten de que una ven entrado en urgencias si no es un caso urgentísimo, las esperas son de entre 8 y 11 horas normalmente. Tal y como pudimos comprobar desde ValenciaNews este redactor en una visita reciente hace menos de un mes. Personas que con goteros y vías son sentadas en sillas de la zona de espera de familiares o en camillas en los pasillos. Una situación inhumana de un trato vejatorio que no deberíamos permitir y no deseo ni para los malgobernantes que lo permiten.

Una situación desesperante y Chimo Puig sigue mirando a otro lado

Los testimonios son desgarradores y se preguntan por «los iluminados» que pedían a gritos la reversión. Hoy miles piden a gritos que vuelva Ribera Salud.

Muchos usuarios aseguran que no les han atendido adecuadamente y han tenido que desplazarse a la sanidad privada o a otro departamento de salud a más de 20 kilómetros de distancia para una atención sanitaria adecuada.

Los usuarios no culpabilizan a los sanitarios, sino a la total falta de medios y la nefasta gestión

María Teresa Pérez lo deja muy claro: «Los médicos no tienen la culpa pero la gestión es nefasta y los ciudadanos somos los que hemos salido perdiendo. Con la salud no se debe jugar ni hacer experimentos. ¡¡Muy poca vergüenza!!»

Los usuarios siguen narrando estancias de días con pésima atención sanitaria, pero las autoridades siguen mirando a otro lado, por lo que los ciudadanos les aseguran que lo pagarán en las urnas en dos meses.

Coste electoral de haber dejado «Torrevieja sin hospital y con dos tanatorios»

Tanto gente de izquierdas como de derechas, todos a una contra Chimo Puig y Compromís porque sus experimentos sanitarios están perjudicando a las salud de los torreviejenses. Los recortes en sanitat matan y en Torrevieja están muriendo personas ante la desidia de Puig.