Veïns del Carme y Velluters acusan al Gobierno Municipal de Ribó y Sandra Gómez de vender suelo público para construir apartamentos turísticos

Con “LA DESPENJÀ”, las vecinas de los barrios del Mercat y de Velluters escenificarán su descontento y su oposición a la decisión del Ayuntamiento de Valencia de destinar suelo público para la construcción de un hotel y de apartamentos turísticos.

El pasado dia 15 de marzo a las 12.00h se descolgó una pancarta frente al solar de la UE4, en la calle Boatella, para denunciar la aberración administrativa que se cocina entre las Áreas de Urbanismo y Actividades. Un solar en gran parte propiedad del Ayuntamiento que formaba parte de un proyecto para construir 50 viviendas, acaba siendo vendido por 1 millón € a un promotor que al día siguiente solicitó el cambio de uso a hotelero. 

Turistificación de Ciutat Vella gracias a Ribó y Sandra Gómez

Los vecinos quieren manifestar con esta acción que están en contra de aumentar la terciarización del barrio, de que se expulse a las 50 familias que generarían riqueza material y social del barrio. Permitiendo que se destruya el patrimonio histórico valenciano, catalogado y protegido, para aumentar la turistificación de Ciutat Vella.

El barrio del Mercat se encuentra en una situación de absoluta terciarización tal y como consta en la documentación urbanística elaborada por el ayuntamiento para los últimos planes urbanísticos del Centro Histórico.

El impacto social, humano y comercial que el incremento de hoteles y apartamentos turísticos ha ocasionado en Ciutat Vella ha sido denunciado en diversas ocasiones tanto por Amics del Carme como por otras entidades y agrupaciones sociales del distrito. Pero frente a las quejas vecinales, el Ayuntamiento solo actúa a golpe de sentencia y minimizando siempre el problema.

Complicidad municipal que denuncian las entidades del barrio

Este es el caso del proyecto de mehagotel en la calle de la Boatella, donde se anunció por el ayuntamiento un Hotel Boutique. Se ha evidenciado una tácita complicidad entre los departamentos de Actividades y Urbanismo (dirigidos por Lucía Beamud y Sandra Gómez) para que se construya una promoción hotelera saltándose, incluso, algunas de las normas urbanísticas de obligado cumplimiento.

El proyecto se gestionó durante años para la construcción de 50 viviendas de uso residencial plurifamiliar, con un aparcamiento subterráneo para residentes. De esta Unidad de Ejecución 4 (UE4) el ayuntamiento era el propietario mayoritario del suelo edificable. Aun así, desistió de ser agente urbanizador para que la empresa LovaTres fuese comprando progresivamente los solares. Pasados los años, y cuando dicha empresa fue propietaria mayoritaria, el Ayuntamiento de Valencia le vendió los casi 600m2 de solares de uso residencial. Todo esto con la finalidad de construir 50 viviendas como rezaba en el convenio suscrito.

Una vez aprobado el PAI en 2016, en 2017 el propietario presenta un cambio de uso urbanístico de suelo residencial a hotelero. Desaparecen las viviendas plurifamiliares para residentes. Aparecen dos edificios para hotel y dos edificios para 25 apartamentos turísticos. Y se mantiene el aparcamiento pero, ya no para residentes, sino para visitantes y turistas.

Una investigación vecinal

En ese momento al vecindario le salta la alarma e inicia una detallada investigación sobre si dicho proyecto cumple con la normativa urbanística vigente y con la legislación sobre protección del patrimonio. En 2017, sólo en ese momento, se une al PAI de urbanización de los solares existentes, la rehabilitación de los palacios de los Exarch, declarados BRL y con protección integral desde el momento en que se incoa el expediente de tramitación para su declaración final como monumento.

Sin incluirlo en el expediente de obra de la UE4, Urbanismo emitió un informe en el que incurre en algunos errores y omisiones legales que, esperemos, no sean voluntarios e intencionados. Hemos advertido al ayuntamiento de dichas discrepancias y esperemos que rectifique. El informe no cumple con algunos de los artículos sobre protección del Patrimonio Cultural Valenciano (Ley 4/1998) y permite algunas actuaciones que destruirán valores protegidos de los palacios de los Exarch que constan en las fichas de catálogo.

Las complicidades municipales con los megaproyectos a los que se oponen los vecinos

cabe recordar que en las Naves de la calle Guala, y el polémico macrohotel, también el Ayuntamiento vendió parcelas municipales necesarias para el megaproyecto. Mientras aseguraban a los vecinos el megahotel -residencia de estudiantes no saldría adelante, colaboraban con él vendiendo los solares municipales necesarios para el proyecto.

De nuevo, la credibilidad y el compromiso de Ribó y Sandra Gómez no valen ni la saliva con que se pronuncian y parece que dicen una cosa y hacen la contraria, engañando a vecinos y entidades como lo hicieron en Ciutat Vella y lo han hecho en San Antonio en Zaidía.

Parece que tanto a Ribó como a Sandra Gómez se les olvida que finalmente los que les votan son los vecinos y no las grandes corporaciones multinacionales. Pero los intereses parece pueden más y eso de la «pela es la pela» lo tienen muy interiorizado en un gobierno municipal de taifas radicalizado y que se ha puesto en contra a los vecinos de muchos barrios del Cap i Casal. Una Ciudad que la utilizan desde los despachos como tablero de juegos de intereses especulativos, ignorando a los vecinos y sus necesidades.

Los adalides de la transparencia y buen gobierno parece ser que les ha podido el mercantilismo y la opacidad absoluta. Los hechos son los que son y los compromisos se los llevó el viento.