Ribó y Sandra Gómez ignoran a los vecinos de Penyaroja y renuncian a exigir el soterramiento de las vias de Renfe

El túnel de Serrería se comenzó a construir en 1986 y se terminó en 1991, mucho más
corto de sus previsiones iniciales en atención a las dificultades técnicas encontradas y a la falta de financiación. Dejando su desarrollo para una segunda fase. 36 años esperando un
soterramiento que no llega nunca, 20 años desde que las primeras viviendas del PAI de la
Avenida de Francia llegaron al final de la Avenida.

12,6 millones de cargas urbanísticas sobre las viviendas para ejecutar el soterramiento de las vías

El PGOU del 88 contemplaba el soterramiento de las vías del tren de Serrería y establecía
su financiación con cargo, en todo o en parte, a los aprovechamientos urbanísticos de las zonas que hace 20 años se construyeron con el PAI de la Avenida de Francia y de Moreras. Un total de 12,6 millones de euros, cargas que se imputaron a los vecinos en sus pisos y que los encarecieron bajo la promesa de efectuar un soterramiento que no se ha hecho.

Las vías del tren les separan de los barrios vecinos del Grao y Nazaret, pero también han
supuesto un impedimento importante al desarrollo urbanístico del Grao y el del Jardín del Turia. Sobre todo porque no se podía concebir la expansión de esa parte de la ciudad sin eliminar la cicatriz ferroviaria que la divide del resto.

Protestas de los vecinos en el Pleno

Los vecinos acudieron el pasado Pleno a protestar contra el PAI del Grao. Del que aseguran es «un parche que desarrolla urbanísticamente un gueto separado por el muro de la vergüenza que suponen las vías del tren.«

«Un parche que como muchas otras obras provisionales en nuestra ciudad, se convertirá en
definitivo sino hacemos algo para remediarlo.
«

«No comprendemos que no exista dinero para ejecutar las obras de prolongación del túnel
de Serrería, que el propio Ministerio de Fomento presupuestó en un 15% del coste ya acordado y aprobado para el soterramiento de las vías del Parque Central, esto es apenas 78 millones de euros.»
Los vecinos añaden que las vías han supuesto un constante foco de inseguridad para los niños del CEIP de L ́Albereda y suponen un tapón al tráfico en Penyaroja.

Petición vecinal que el Ayuntamiento de Ribó Y Gómez ignora

«Los vecinos de Penyaroja solo queremos aquello que se nos prometió un Paseo de la
Alameda y una Avenida de Francia que lleguen al mar. Pero sin pasarelas en altura sino como consecuencia del soterramiento necesario y justo de las vías del tren, ganado en superficie todo ese espacio para la ciudadanía.»
Advierten que no pararán hasta que este despropósito sea retirado y se contemple un Plan para el Grao que incluya el soterramiento de las vías.
«Creemos que el Ayuntamiento firma con esta propuesta una rendición injusta ante el Ministerio de Fomento sin ni siquiera haber peleado por una reivindicación histórica de los vecinos.«

La manipulación constante de la participación vecinal por parte de Ribó y el PSPV de Sandra Gómez

Los vecinos propusieron precisamente este tema en los últimos presupuestos participativos siendo el más apoyado de todo el distrito de Camins al Grao. Además han tendido la
mano al Gobierno Municipal para unir la reivindicación ciudadana a la acción del Consistorio
para lograr desbloquear los fondos necesarios para la ejecución de las obras. Pero no han obtenido respuesta clara del Consistorio.
«Ahora entendemos ha renunciado a defender nuestros derechos y a conformarse con la situación actual.«

Los vecinos conscientes de la importancia de esta cuestión para su barrio han
decidido realizar un video en el que unen sus voces para plantear un posición conjunta sobre este problema en el que han participado 15 vecinos del barrio.
Sandra Gómez y Ribó se han llenado la boca con las palabras de participación ciudadana, pero los vecinos más afectados que son los de Penyaroja. Estos vecinos no han sido consultados ni escuchados para la modificación del proyecto del PAI del GRAO. Una modificación que se ha hecho de manera unilateral otra vez por un Consistorio ciego y sordo a los vecinos.
La participación ciudadana para Ribó y Sandra Gómez es la de «participa quién yo quiero». Parece que especialmente si son palmeros y afines y si no se les ignora. El govern «contra los vecinos».