Ribó y Gómez se apuntan a la opacidad y desoyen al Síndic d’Agravis no modificando su reglamento mordaza

El Ajuntament de Valencia se apunta a la opacidad y el mal gobierno. No modificará el nuevo Reglamento orgánico del Pleno aprobado con los votos de Compromís y del PSPV de Sandra Gómez.

Un Reglamento que amordaza a la oposición en el Ajuntament de Valencia e impide el control del gobierno que debe realizar la oposición. El pasado mes de Noviembre el Síndic d’Agravis emitió unas «duras recomendaciones» al Ajuntament de Valencia. Asegurando que el reglamento aprobado era contrario al buen gobierno e impedía el ejerciciode las labores de la oposición. El Reglamento recorta de facto las mociones y las preguntas que puede presentar la oposición tanto en comisiones como al propio Pleno.

Hoy hemos conocido que Ribó y Sandra Gómez no aceptan estas recomendaciones del defensor del Pueblo valenciano, el Síndic d’Agravis. Por tanto el Ajuntament de Valencia se apunta a la opacidad y mal gobierno oficialmente.

«Las palabras de transparencia y buen gobierno ya oficialmente han pasado a ser simples eslóganes electorales, porque el Consistorio Municipal se apunta a la opacidad».

Restricción de derechos a la oposición

Por su parte este nuevo reglamento «mordaza» tiene como principales características:

  • Restringe a cinco el número de preguntas por concejal en el Pleno.
  • Establece que las preguntas deberán contener un sólo interrogante y ser concretas y concisas.
  • Impide volver a preguntar sobre un mismo tema o asunto hasta transcurrir seis meses de la anterior pregunta.
  • Se suprimen las cinco pregunats adicionales por Grupo Municipal en el Pleno acordadas por consenso en la Junta de Portavoces de 2019.
  • Restringe a tres el número de preguntas por concejal en las comisiones informativas.
  • Se recorta a dos el número de mociones por grupo municipal a Comisión Informativa.
  • Se prohibe registrar preguntas a comisiones a concejales que no pertenezcan a esa comisión.
  • Se establece que en el Pleno auqnue haya varias concejalías implicadas se obliga a que la pregunta vaya dirigida sólo a una.

En resumen impide la acción de control municipal a la oposición. Con esto Ribó y Sandra Gómez amordazan de facto a la oposición municipal e impiden su trabajo. ¿Transparencia y buen gobierno o todo lo contrario?.