Orriols vive una jornada de reyertas callejeras que atemoriza al barrio y piden la dimisión de Aarón Cano

El popular barrio valenciano del Cap i Casal de Orriols está viviendo un estallido de violencia inusual, donde los vecinos están atemorizados por el incremento de las peleas y de los actos violentos. La pasividad municipal es notoria y a ello se suma el concejal de seguridad ciudadana, el negacionista de la realidad Aarón Cano.

Este barrio ha efectuado manifestaciones, concentraciones, y ve cómo cada día aumenta la violencia ante el negacionismo del concejal Aarón Cano que sigue instalado en su «Valencia ideal de color rosa». Un universo paralelo creado desde concejalía que niega los problemas reales.

Aarón cano sigue negando los problemas de inseguridad ciudadana en als calles de Valencia. Este concejal negacionista sigue tachando de «problemas puntuales» una realidad que cada vez afecta a más barrios de Valencia.

Los Vecinos de Orriols piden la dimisión de Aarón Cano

La desesperación de los vecinos que ya abiertamente piden la dimisión del concejal por su evidente incompetencia para solucionar los problemas reales que él mismo niega y que crecen cada día.

Es notoria la falta de actuación policial

Vergonzante es la falta de actuación poilcial con medidas que atajen de raíz este problema, pero la dirección política del concejal parece tratar de marionetas a los agnetes a los que tiene poniendo multas en vez de dejarles hacer su trabajo. Hace años que se abandonaron a su suerte unas calles que han tomado como propias ciertas personas que parecen haber convertido los barrios de Valencia en el pero barrio del Bronx de Nueva York de las películas.

Mientras tanto Ribó sigue desaprecido, en estos temas nunca se mete. Como tampoco dijo nada acerca de la brutal agresión callejera a los niños y falleros de la Falla del Grupo Antonio Rueda el pasado domingo. Sólo acude para la foto y para hablar con palmeros y acólitos. La ciudadanía sigue esperando las actuaciones de un alcalde que se ha situado en la irresponsabilidad absoluta ante los problemas reales.