La Federación vecinal reclama un plan sistemático de inspecciones y una moratoria de licencias hasta contar con una ordenanza reguladora de la actividad

– Valencia puede ser una ciudad turística, pero no a costa de arruinar la vida de la ciudad para sus vecinos y vecinas

Todas las ciudades del mundo tocadas por la gracia del turismo de masas están adoptando medidas drásticas para contener la especulación inmobiliaria y el encarecimiento de la vivienda, y Valencia no debería ser menos.

  • El uso de viviendas residenciales como apartamentos turísticos está teniendo un crecimiento descontrolado en casi todos los barrios de la ciudad al margen de normas urbanísticas. 

Paralelamente, se suceden episodios de transformación de edificios residenciales enteros en bloques turísticos, previo desalojo de sus ocupantes normalmente en régimen de alquiler.

Al tsunami de viviendas residenciales pasadas al alquiler turístico, se suma ahora el uso de bajos comerciales como apartamentos en condiciones de “infravivienda hotelera” al no tener garantizadas, en muchos casos, las más mínimas condiciones de habitabilidad requeridas, como ventilación o luz natural.

La alta rentabilidad de este tipo de alojamientos frente al alquiler residencial está provocando un encarecimiento generalizado de la vivienda y una drástica reducción de la oferta en el mercado del alquiler.

Hoy no se sabe a ciencia cierta cuántos apartamentos existen en la ciudad, posiblemente más de diez mil, y aunque ya constituyen la oferta de alojamiento más demandada, se trata de una oferta que en la inmensa mayoría de los casos carece de licencia y opera de forma ilegal como han señalado ya numerosas sentencias. Sí sabemos en cambio, que hay barrios donde ya hay más alojamiento turístico que residentes.

  • Las consecuencias de esta transformación son la falta de seguridad en las comunidades de residentes y crecientes subidas de los precios del alquiler y de la vivienda.

Una burbuja inmobiliaria que está dando lugar a la expulsión de residentes en algunos barrios de la ciudad y a la aparición de un estado de “emergencia habitacional” para muchas familias. Mientras que la gente joven está teniendo que organizar su vida fuera de la ciudad para encontrar una vivienda asequible, los estudiantes pagan precios cada vez más abusivos en condiciones más precarias por una habitación. Son algunas de las consecuencias directas de una actividad turística que está arruinando a su ciudadanía, especialmente a la más joven.

Las medidas anunciadas hasta ahora para limitar esta creciente actividad están teniendo poco recorrido, pues las denuncias sobre la actividad de los apartamentos turísticos, al igual que ocurre con las terrazas de la hostelería, tienen un muy escaso recorrido pues se tramitan solo de forma testimonial y con sanciones sin ningún efecto disuasorio.

Precisamente ahora que los hoteleros hacen palmas con unas cifras récord de ocupación, es el momento de poner orden en una oferta de alojamiento que está siendo el acelerador de la burbuja inmobiliaria. Es necesario tomar medidas y proteger la vivienda de la especulación turística.

Las propuestas que queremos debatir con el Ayuntamiento de forma resumida son las siguientes:

–        Plan de choque para revertir el uso terciario hotelero de viviendas residenciales. Con inspecciones y régimen sancionador que impida la actividad de forma efectiva. Especialmente de aquellos casos que cuentan con denuncias vecinales.

–        Modificación del procedimiento sancionador actual.

–        Informe sobre el número y características del alojamiento hotelero en la ciudad y documentación de los criterios de concesión de las licencias de compatibilidad urbanística. Conocer el número de hoteles y apartamentos turísticos y su distribución por la ciudad es fundamental para abordar una regulación efectiva.

–        Redacción de una ordenanza que regule licencias y actividad.

–        Procedimiento y obligatoriedad de la solicitud de licencia hotelera de acuerdo con lo previsto en el PGOU.

–        Licencias limitadas en el número y en el tiempo. Topes de carga turística y posibilidad de revocación.

–        Revisión de la fiscalidad urbana, pólizas de seguros singulares.

–        Información a los residentes e Identificación de la actividad y sus responsables.

–        Régimen sancionador.

–        Regular y limitar los cambios de uso del suelo residencial a terciario.

–        Moratoria de licencias hoteleras para apartamentos y hoteles hasta regular los cambios de uso y la capacidad de carga turística en cada barrio.

La FAAVV seguimos a la espera de poder sentarnos con el nuevo Ayuntamiento para hablar seriamente de las necesidades de vivienda asequible, pero también, y en particular, de medidas concretas para frenar la burbuja inmobiliaria que está generando el crecimiento de la actividad turística al margen de las normas urbanísticas.

Mientras todas las ciudades turísticas punteras están aplicando drásticas medidas de contención aquí seguimos con meras declaraciones de intenciones.