José María Llanos: “Tristeza de edad, alegría de juventud“

José María Llanos: “Tristeza de edad, alegría de juventud “

Nunca ha sido más exacto el título de un artículo mío. Permítanme que hoy no sea un político, o al menos, no haga un artículo político.

Indagando en youtube me he encontrado con una entrevista a una joven, componente de Hakuna Group Music, y me he quedado hipnotizado por su alegría, su sencillez, su espíritu de entrega, su optimismo.

He sentido unas ganas inmensas de ser joven otra vez y compartir con esos jóvenes de hoy de Hakuna sus “escapadas”, sus “adoraciones”, sus “eucaristías”, sus “canciones”.

Pero sobre todo me ha llenado el corazón de esperanza, de fortaleza, y me ha dado un “subidón” de confianza y compromiso en lo que me corresponde: defender mis principios, seguir con mi misión, y luchar denodadamente por tantos y tantos jóvenes que tienen un objetivo en su vida, y sobre todo por los que aún no lo han encontrado o no saben que existe y que lo merecen.

No estoy haciendo propaganda de ese movimiento; es uno de tantos que en los momentos más difíciles, más inquietantes para la Fe, para el compromiso, para la entrega, se ponen manos a la obra, y son suscitados a colaborar en este mundo, según algunos creemos por el Espíritu Santo, según otros, quizás, por simple urbanidad.

Pero a mí me ha llegado, me ha hecho pensar, me ha dado alas y me ha hecho reflexionar; y siento una alegría inmensa al comprobar que no todo está perdido; que hay muchos jóvenes que luchan, que se esfuerzan, que tienen convicciones, que tienen un objetivo en sus vidas, y que van a ser el mejor futuro para nuestra sociedad. Ellos no se plantean qué trabajo tendrán o cuánto dinero ganarán; están pensando única y exclusivamente en esparcir por este mundo -que prefiero ahora no calificar-, la verdad, la bondad y la belleza. Y nos dicen a los adultos -muchos deprimidos, otros desilusionados, y algunos que han tirado la toalla-, que hay esperanza, que hay luz al final del túnel, que no nos cansemos, porque las batallas las ganan los soldados cansados.

He escuchado la entrevista, he oído algunas de sus canciones, y me he sentido obligado a escribir este artículo, que sólo pretende ser una reflexión y un modesto consejo a quienes piensan que todo está perdido.

La batalla no la ganarán los políticos, aunque algunos nos ayuden -intentemos ayudar-; la batalla la ganará la sociedad, las personas, si nos ponemos todos juntos a ello. No hay otra manera; y tenemos que despertar. Nos lo reclaman nuestros jóvenes; nos lo exige su entrega; y es nuestra obligación moral para con ellos.