– Marta Marcos, psicóloga de la Unidad de Salud Mental, explica que planificar el estudio, rutinas de sueño y comidas, ejercicio físico diario, cuidar la higiene postural y evitar bebidas energéticas y cafeína son otras claves para afrontar con una buena salud mental el final de curso
La ansiedad es un mecanismo de respuesta que tiene nuestro cuerpo cuando nos encontramos ante situaciones que pueden resultarnos desconocidas o peligrosas. Así lo explica Marta Marcos, psicóloga de la Unidad de Salud Mental del Departamento de Salud de Vinalopó, del grupo Ribera. “La realización de exámenes puede convertirse en una situación en la que existe una gran presión por querer hacer las cosas bien, y en cierta medida, aquellos estudiantes que son más exigentes consigo mismo, acabarán desarrollando un mayor nivel de ansiedad ante los exámenes.
Desde la Unidad de Salud Mental de Vinalopó recomiendan, para evitar bloqueos y ataques de ansiedad en época de exámenes, aprender y practicar ejercicios de relajación progresiva y respiración abdominal, así como planificar el estudio de forma realista, objetiva y flexible, incluyendo descansos; establecer rutinas de sueño (7-8 horas) y de alimentación con horarios estables; realizar actividad física, porque es saludable y favorece la concentración y el descanso; evitar las bebidas energéticas y con cafeína; y cuidar la higiene postural.
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La ansiedad es una reacción normal de personas ante situaciones que no se controlan.
Sin embargo, “cuando estos niveles son desproporcionados, no rendimos igual y se genera un malestar significativo”, con síntomas fisiológicos, motores y cognitivos. Es por eso que un estudiante con un ataque de ansiedad puede sentir dificultad para respirar o sensación de ahogo, palpitaciones, sudoración o manos frías, entre muchas otras. Los profesionales recomiendan que cuando estos síntomas se experimentan con mucha intensidad y sin control, “es conveniente acudir a un especialista”, que ayudará al paciente a adquirir habilidades y estrategias para afrontar estas situaciones.
¿Por qué nos quedamos en blanco?
Cuando estos síntomas se disparan y no se pueden controlar, quedarse en blanco se convierte en una posibilidad real. “Solo si somos capaces de volver a estar relajados todos esos conocimientos que hemos adquirido volverán a aparecer y podremos hacer el examen con normalidad”, señala Marta Marcos, que añade que “si el bloqueo gana, entregaremos el examen en blanco y, además, ante futuros exámenes, ese recuerdo puede provocar aún más ansiedad”. Recuerda que “los exámenes pueden suponer una gran presión por querer hacer las cosas bien, sobre todo en aquellos estudiantes que son más exigentes consigo mismos o que sienten más las expectativas de su entorno”.
Consejos antes de un examen
Para la psicóloga del Departamento de Vinalopó, es importante, además de las recomendaciones comentadas, “aprender a controlar los pensamientos negativos asociados a los exámenes y aceptar que no siempre va a salir todo de forma perfecta o cómo esperamos, por lo que recomienda valorar alternativas”. Además, ella recomienda “estudiar siempre en el mismo lugar, hacer esquemas que favorezcan la atención sostenida y practicar el repaso acumulativo de cada tema del examen”.