Charo Marín lanza junto al experto en vino, Vicente Giménez, una edición limitada de 99 botellas de ViniGalicia sobre su obra “Sobre mi piedra tu Piel “

– Charo Marín «El vino el aceite y esos manjares que hoy son prohibitivos se acercan a nuestras mesas a través del arte, el cual los eleva al rango de REGALO y así es un regalo, beber o comer disfrutando también de lo que nos transmite una obra de arte».

Pasó por mi exposición SOBRE MI PIEDRA TU PIEL, que estoy ahora haciendo en la Real Academia de Cultura Valenciana, el Experto en vino y gastronomía Vicente Giménez.

Se enamoró de mis cuadros y comentamos el poner uno de ellos, como etiqueta de algún vino interesante. Me pareció fantástico, primero por artista y segundo por ser amante del buen vino.

Ya habiendo tenido esta experiencia en varias ocasiones anteriores hace bastantes años con un vino  de Córdoba de alto standing, otra vez con un cava valenciano y… bueno no es necesario arbitrar el currículum, el caso es que me encanta el “tema del vino” y estar cerca de su cultura, pues siempre he visto en él un reflejo ancestral unido a la civilización, un tándem que lo hace casi humano.

  • El vino ha ido evolucionando, pura investigación y puro amor por conseguir cada vez el mejor y eso me deslumbra.

Como todo lo bello y en su justa medida, nos hace reír, disfrutar, soñar… por eso para mi es un honor que una de mis obras mas reciente abandere este vino joven fresco elaborado por ViniGalicia, une empresa familiar que viene desde 1940.

Mi apellido y mis ancestros me llevan a Galicia por eso me gustó mas cuando EL CUBO DE BACO eligió el cuadro dedicado a mi nieta Sol “Él ronda sobre ti buscándote estrellas, y tú sin verlo”, lo cual lo hizo mas emocionante todavía.

Creo que el arte y el vino, hacen un buen maridaje y eso que el cuadro no se come.

El vino es toda una liturgia en la que entran los sentidos, los químicos como el gusto y el olfato. Con la vista detecta la paleta cromática. Podríamos decir que son los 3  los primordiales, por supuesto sin olvidamos del tacto a través de la lengua y el paladar que nos informa de su cuerpo o extracto y del oido, que entra con el emocionante descorche o el sonido del vertido.

En fin, nos arrebola completamente.

Por ese motivo, porque te quita los cinco sentidos o mejor dicho se apropia de ellos, jamás me he embriagado ni he perdido la consciencia con el vino, pues pasando “la linea roja” ya no puedes disfrutarlo y puede pasar a ser un vicio y eso… es peligroso.

Por detrás la etiqueta con las propiedades del mismo y una zona para poder dedicar la botella y poner el numero de serie, ya que es limitada a 99 botellas en esta ocasión.