Puig habla en Alicante de reformas políticas, caminar hacia un federalismo pero olvida mirar las políticas de su propio Consell

El president de la Generalitat, Chimo Puig, ha propuesto avanzar hacia un “alma” y un “cuerpo” federales. Todo ello a través de reformas que permitan lograr una financiación autonómica propia de una “España más justa”, intensificar los mecanismos de cogobernanza y sustituir el “centralismo ineficiente” por una “centralidad periférica”.

Así lo ha defendido en la conferencia ‘De la España autonómica al Estado federal’, pronunciada dentro del ciclo ‘Política para tiempos difíciles’ organizado por la Universidad de Alicante.

Chimo Puig y sus «consejos vendo que para mí no tengo»

En tiempos de “asaltos a capitolios y populismos disfrazados”, el president ha pedido guiarse por las coordenadas de “pluralidad, diálogo y democracia”. Puig se ha mostrado a favor de impulsar “un alma federal y un cuerpo federal. Para que ese sujeto político que es España pueda progresar, no a garrotazos, como en el cuadro de Goya, sino con el ‘Abrazo’ de Joan Genovés”.

Para el president, transitar de la España autonómica a la España federal exige abordar los retos territoriales de “la España macrocefálica del centralismo independiente, la España unilateral del independentismo, la España divergente de la financiación injusta y el dumping fiscal, la España invisibilizada que nunca sale en el telediario y la España interior en peligro de extinción”.

Puig habla de una España radial mientras su propio Consell centraliza servicios como el de emergencias, eliminando las sedes en Alicante y Castello y recentralizando el servicio de emergencias en la Base de l’Eliana. También habla de pluralidad cuando desde el Consell se prima a unos medios de comunicación frente a otros, eliminando cualquier pluralismo e independencia de los medios. Buenas palabras que esconden un fracaso en las bases de sus objetivos primordiales como es el de la financiación autonómica.

La financiación autonómica

Para ello, ha propuesto “una ambiciosa acción política institucional y emocional” que, pasa, en primer lugar, por una reforma económica que propicie una financiación autonómica garante de la suficiencia y de la equidad.

En este sentido, ha subrayado que la sociedad valenciana ha dado pasos en este sentido desde la “unidad”, la “firmeza” y el “rigor”, y se ha referido en este sentido al informe elaborado por el Comité de Personas Expertas con las alegaciones de la Comunitat Valenciana. Un documento “compartido con el resto de fuerzas y agentes sociales y que será presentado el lunes ante el Ministerio con un objetivo: una España más justa”.

Tras el análisis de expertos,s e ha comprobado el total fiasco del esqueleto presentado por Hacienda como base para negociar la reforma de la financiación autonómica. una base en la que de nuevo salimos gravemente perjudicados los valencianos. Hemos esperado pacientemente años a un documento que ha resultado ser un fiasco y una tomadura de pelo, ya que no recoge ninguna de las reivindicaciones para mejorar la financiación de los valencianos.

Puig habla de una reforma política de calado

En segundo lugar, Puig ha planteado una reforma de carácter político que permita impulsar la cogobernanza. Una forma eficaz de gestión, como se ha demostrado durante la pandemia.

“Las autonomías deben incorporarse a la gobernanza de las grandes políticas de país”.

Ha reivindicado Puig, que ha pedido avanzar, a corto plazo, con las conferencias de presidentes y las conferencias sectoriales. A medio plazo, con una reforma “pragmática” del Senado, y, a lago plazo, “con una reforma de la Constitución que explore la senda federal”.

Una reforma de la Constitución totalmente inviable y Puig lo sabe. Ya que desde hace dos años su propio partido y otros, tienen paralizada en un cajón de la Mesa del Congreso la tramitación express de reforma constitucional para que el Derecho Civil Valenciano pueda incorporrarse al cuerpo jurídido valeciano. Todo ello después de varuos recursos de inconsitucionalidad promovidos tanto delsde el PP comod esde el PSOE, su propio partido. ¿Cómo es posible hablar de reforma constitucional de calado si para cambiar una frase y con el consenso del 98% de los municipios valencianos lleva parado en la Mesa del Congreso la tramitación para debate de esta resolución?.

Chimo Puig habla de una reforma emocional y de la centralidad periférica

Y, en tercer lugar, ha pedido una reforma “emocional” en favor de una “España de Españas”, que posibilite caminar hacia una “centralidad periférica”. Algo que pasa por lograr que “las instituciones del Estado se distribuyan más allá de la capital”, redibujar los mapas de infraestructuras para “primar la España real frente a la España radial” y responder al problema “grave” de la despoblación.

Los principios del “alma federal”

Asimismo, el president ha señalado que los cuatro grandes principios que deben articular el “alma federal” son, tal y como ha enumerado, la concordia, la lealtad, la confianza federal y el patriotismo cívico.

Puig ha defendido que la España autonómica “vive un momento crucial par preservar esa concordia que tantos frutos nos ha dado”. También ha reivindicado la necesidad de una “lealtad vertical” entre las comunidades y el Estado, una “lealtad horizontal” entre las propias autonomías y una “lealtad capilar” entre cada comunidad autónoma y sus municipios.

En este sentido, cabe recordar el frente abierto y deslealtad entre instituciones que sufre la provincia de Alicante, donde la Generalitat Valenciana ( PSPV) y la Diputación de Alicante (PP) tienen una guerra abierta que perjudica a los alicantinos. Una guerra política entre el PSPV y el PP que pagan los alicantinos y del que ninguno de los partidos da subrazo a torcer.

“La lealtad federal obliga a que nadie se apropie de España”

La Confianza federal de Puig o el Estado ideal de los mundos de yuppie

Además, se ha mostrado partidario de practicar la “confianza federal”. Lo que pasa por que “cada parte tenga en cuenta sus intereses, los intereses del conjunto y los intereses de otras partes en el ejercicio de sus competencias”.

“La palabra clave es alianzas”, ha dicho el president, que se ha referido a las logradas con otras comunidades. Porque “siempre hay margen para el acuerdo, sin frentismos, sin partidismos, sin cortoplacismos”. Pero olvida que también se generar alianzas en contra como la que abanderan diversas comunidades autónomas de la España vaciada y lideradas por otro socialista, el Presidente de Aragón.