1923-2023: “Cien años después permanece inalterable la Mare de Déu como vínculo de unión entre todos los valencianos”
“Tota Valéncia ha fet esta celebració”
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La imagen de la Virgen ha sido aclamada por miles de valencianos a lo largo de su recorrido.
Aplausos, vítores y lluvia de pétalos desde los balcones engalanados para la Coronación. La procesión se ha detenido en varias ocasiones al ser necesario los cambios para ser portada en hombros, como hace 80 años, y ha tenido tres paradas: con una oración y cantando los gozos frente al Cristo del Salvador; en la calle Trinitarios, con el homenaje de los tunos y ante la iglesia del Temple, con los cantos del Oratorio de Niños Pequeños.
En la procesión de regreso a la Basílica se ha detenido en la calle de la Paz a la altura de la Iglesia Santo Tomás Apóstol y San Felipe Neri. Durante todo el recorrido iglesias y parroquias han volteado a mano sus campanas.
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A su llegada a la Basílica ha sido recibida con los cantos de la Escolanía y con numerosos fieles abarrotando el templo.
El Arzobispo de Valencia ha recordado que “la Mare de Déu está entre nosotros y el amor que le tenemos los valencianos no ha muerto como tampoco ha muerto su amor por nosotros. Revivimos después de estos cien años. Tota Valéncia ha fet d’esta celebració una gran signe d’amor, cada gest de generositat i talent posat al servei dels altres, cada pregària i preocupació, tants esforços de tantes persones i institucions que han fet d’aquest Centenari i d’aquest dia un gran dia d’amor a la Mare de Déu”.
Mons.Benavent ha afirmado que hoy, cien años después, en el mismo lugar, “la devoció autèntica a la Mare de Déu és la que naix de l’amor més sincer i autèntic, és miranla a Ella .Quants han recuperat la fe i la pau en moments de pregària, cridats a reconciliar-se en els seus germans en descobrir que Maria és mare de tots. Una font que mai s’apagarà perquè una mare no es cansa mai de voler als seus fills”.
Entrega de la Corona de Caridad
El rector de la Basílica, ha ofrecido la “Corona de Caridad”, compuesta por todas las donaciones del Año Santo Mariano del Centenario y dirigida a los proyectos solidarios de la obra social de la Basílica. Melchor Seguí se ha dirigido a los presentes como san Vicente Ferrer: “Bona gent!” y con Seguí ha recordado cómo la Iglesia ha estado presente siempre la caridad: “la que impulsó al padre Jofré a defender al enfermo, la que estuvo en el origen del Hospital dels Inocents, y en la Cofradía que desde entonces ha atendido tales necesidades: socorrer a los enfermos, conceder préstamos sin interés, visitar a los presos, enterrar a los ajusticiados, recoger a los niños repudiados, proveer de dote a las jóvenes huérfanas y pobres”, motivo por el que al título de “Madre de los Inocentes se añadió el de los Desamparados”.
Por su parte, Monseñor Benavent ha expresado que Mare de Déu «ha sido y es una fuente de amor hacia los más desamparados. Desde el primer momento los valencianos aprendimos a amar como Ella, a servir a los más necesitados, a socorrer a los pobres. Ella ha sido un testimonio que ha animado a muchos cristianos a amar a los otros como Ella. Por eso, queremos que en nuestro corazón también ocupen el primer lugar los más desamparados, aquellos que más lo necesitan”, y ha recordado a las obras de caridad de la Basílica a los que se destina la Corona de Caridad.
Además se ha estrenado el Himno del Centenario, obra del compositor valenciano Salvador Chuliá y letra del sacerdote Josep Martínez Rondan, interpretado por el Orfeó Valencià, la Escolanía de la Virgen de los Desamparados y la Coral Catedralicia, junto a la soprano Tanya Durán y el tenor Mario Corberán, dirigidos por Luis Garrido y acompañados por la orquesta sinfónica “Sinfonietta Valenciana”.
Misa Conmemorativa del Centenario en la Catedral
Antes del traslado de la imagen original de la Virgen de los Desamparados al Puente del Real, el Arzobispo ha presidido en la Catedral la Misa Conmemorativa del Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de los Desamparados, repleta de fieles, en la que el Arzobispo ha recordado que “les peregrinacions a la Catedral organitzades per les vicaries episcopals, trobades de joves, de malalts i membres de la Vida Consagrada, i la celebració de la Gran Vigilia Mariana, un moment de esperança per a la nostra Església diocesana”.
Vullc agrair l’esforç de la Comissió del Centenari de la Coronació i totes les institucions que han estat representades en ella, la Basílica, l’Archiconfraria de la Verge, i les associacions que promouen la devoció a la Verge. Y quiero agradecer la colaboración de las instituciones.
El Arzobispo ha recordado que “generación tras generación el amor a la Mare de Déu se ha ido transmitiendo de padres a hijos. Esta celebración es también una plegaria y un deseo, “queremos que la Mare de Déu continúe sosteniendo el camino de la vida y la fe de los valencianos, del futuro y que nuestro testimonio de amor y fidelidad contagien a los que vienen después de nosotros para que ellos puedan vivir y comprender lo que nosotros hoy creemos”.