Desde hace unas semanas está bajando la incidencia del COVID, que se refleja igualmente en la lenta bajada de hospitalizaciones por COVID. Pero si primero se colapsó Atención primaria ahora le toca el turno a la atención hospitalaria.
Con una atención primaria donde cara facultativo tiene que atender más de 60 pacientes cada jornada, es fácil que cada día se queden al menos una o dos docenas de personas sin atender. Porque a aello hay que sumar las «urgencias» no hospitalarias. Esto ha derivado hacia los hospitales cada vez un número mayor de personas.
Los hospitales no están en mejor situación, ya que durante dos años, otras dolencias no COVID se han desatendido y ahora agravado. Así, ahora los casos que llegan de patologías como el cáncer u otras dolencias graves no se han tratado correctamente y ahora se ha de afrontar las consecuencias.
CC.OO. denuncia que cada día esperan entre 30 y 50 pacientes una cama para poder ingresar en el hospital en La Fe
Todo esto, unido al desgaste delos sanitarios, a los que Consellería ha ninguneado una y otra vez, y a las propias bajas y falta de planificación ha hecho empezar a colapsar la atención hospitalaria.
La sección sindical de CCOO en el Hospital La Fe de Valencia denuncia la alarmante falta de personal de todas las categorías profesionales y en todos los servicios y que desde hace unas semanas, el hospital está viviendo un colapso debido a la falta de camas. Entre 30 y 50 pacientes esperan a diario una habitación disponible para poder ingresar en planta.
Este sindicato cree que los refuerzos de personal no son suficientes y en estos momentos, no hay categoría ni servicio que no acuse estas carencias en sus equipos. Así, más de 2.000 profesionales se han contagiado de covid en este Departamento de Salud. En muchas ocasiones, las bajas no se cubren de manera inmediata, por lo que hasta que se produce la sustitución, días después, los servicios se quedan en cuadro.
«La mayoría de categorías del hospital cuenta con un número de efectivos incluso menor que antes de la pandemia».
«Es algo que ocurre todos los días y se evidencia de manera sangrante en unidades como Urgencias, UCI, REA, Hospitalización, Radiología, etc…«. Según denuncia CC.OO.
Falta de previsión y mala gestión
«En este sentido, la falta de toma de decisiones es evidente. En reiteradas ocasiones, CCOO ha transmitido a la Dirección la situación tan lamentable que se vive en el centro y que está haciendo que el personal soporte cargas de trabajo excesivas que están afectando a su salud tanto física como mental».
El recorte que sufrieron las plantillas, con el despido masivo de los contratos de refuerzo por el covid en mayo de 2021, está afectando desde entonces al buen funcionamiento del hospital. No es suficiente con los contratos actuales y la presión asistencial, a día de hoy, es mayor que la capacidad de la plantilla para hacerle frente.
CCOO insta a la Dirección del centro a que se tomen medidas urgentes de contratación de personal y que las bajas se cubran en el momento en el que se producen. Como ha repetido este sindicato en numerosas ocasiones “cuidemos a quien nos cuida”.
Están bien los aplausos y las buenas intenciones pero la plantilla agoniza.
Una situación que se da en otros grandes hospitales
Esta situacióne s calcada en el Hospital General de Valencia, donde a diario más de 30 pacientes han de esperar de media más de 12 horas para ser ingresados. Esto evidencia que es un problema generalizado en los grandes Departamentos de Salud valencianos. También el Hospital Clínico sufre estos retrasos incluso en urgencias, donde al traspasar la puerta de urgencias, las ocho horas no te las quita nadie. Todo ello es por las plantillas menguadas por las bajas y por el exceso de trabajo. Ahora no faltan camas, lo que falta es personal.
Ya no valen los grandes anuncios, desmontados una y otra vez por los propios sindicatos y profesionales médicos. No hay más sanitarios, sino que se han reconvertido contratos, tal y comoa firmaba el Sindicato Médico, o la propia CC.OO. No hay más sanitarios que antes, sino menos, y con una carga de trabajo inasumible y agotados tras dos años de pandemia.
Tenemos un problema grave y no vale mirar hacia otro lado, la alud de los valencianos es lo primero, y no soporta ya más anuncios de marketing requiere soluciones inmediatas y buenos gestores. Dejar fuera la ideología y los enchufismos y ponerse a gestionar una difícil situación que requerirá de grandes esfuerzos económicos para paliar los efectos de dos años de pandemia.
