A vueltas con la financiación autonómica: otra vez en la casilla de salida

La reforma del sistema de financiación autonómica se ha convertido en una nueva pesadilla para los valencianos.

Tantos años de reivindicaciones para volver a la casilla de salida nuevamente. Un desgraciado deyavú para desesperación de los valencianos.

Un pequeños análisis cronológico nos devuelve a la cruda realidad. Pancartas y reivindicacioens poblaban los municipios valencianos, y las instituciones públicas. Unas protestas abanderadas por Chimo Puig. Unas pancartas que desaparecieron cuando Pedro Sánchez llegó a la Moncloa. «Tot es va a solucionar». Se djo entonces desde la Generalitat Valenciana, que se plegó ante los intereses del PSOE.

El tiempo pasó y seguíamos infrafinanciados. Compromís apretaba y hasta obligño a Pdro Sánchez a trasladarse a Valencia para prometer algo que nunca cumplió. Resolver la financiación autonómica con máxima celeridad. Pero la realidad fue bien distinta y se aparcó el tema, regalando Compromís años tras año sus votos a cambio de unas promesas que nunca llegaron a ver la luz.

La luz al final del túnel

Vislumbramos la luz al final del túnel con el empeño de Puig y sus giras por Palma de Mallorca y Sevilla, para hacer un frente común de los «infrafinanciados». Pero se encontró con la oposición de destacados socialistas, encabezados por Lambán en Aragón, que representaba a la «España vaciada». También con la total indiferencia de Cataluña, que aseguró que «yo sólo negocio para mí y mis problemas y negocio directamente con Pedro Sánchez».

La luz se empezó a ver cuando la ministra de hacienda en el Congreso de los Diputados, el pasado verano formuló esas palabras de «Sé que la Comunitat Valenciana está infrafinanciada y que parte de su deuda se debe a esa infrafinanciación». «Lo solventaremos». Pero llegó el otoño y de nuevo se olvidó el tema.

Una nueva «hostia» a los valencianos nos devolvió a la realidad

Un nuevo documento de base vió la luz, parecía el inicio del fin. Pero de nuevo una gran «hostia» nos devolvió a los valencianos a la realidad. El análisis del documento nos dejeba en la misma situación anterior.

Si bien el criterio de reparto de fondos era el poblacional, luego el análisis del documento ha dado lugar al rechazo frontal de la Comunitat Valenciana. «Un documento a negociar» aseguran desde Madrid. Pero nos devuelve a la casilla de salida. Los valencianos seguimos infrafinanciados y deberemos «negociar».

La realidad paralela de Puig

Chimo Puig se ha instalado en una realidad paralela, al asegurar que «aquí no pierde nadie, todos ganan». El dinero no es infinito y para que la Comunitat Valenciana pueda mejorar su financiación con arreglo a la ley, tendrá un coste de oportunidad. O lo que es lo mismo, alguien perderá fondos. Puig y su ingeniería creativa ve que esta negociación pude alargarse años, y propone un fondo de transición compensatoria para mejorar la financiación de las peor financiadas. pero ahora el Gobienro habla de que hay muchas Comunidades Infrafinanciadas.

La realidad es que cada territorio tiene sus peculiaridades. Así, Cantabria exige el pago de taxis para acercar los alumnos de sus aldeas a colegios a kilómetros de distancia. Mientras que Castilla y León exige fondos para llevar a sus ciudadanos a los hospitales que están dispersados a decenas de kilómetros. Mientras, la Comunitat Valenciana sigue aportando como una Comunidad rica, auqneu está empobrecida.

La Comunitat Valenciana en la sacilla de salida nuevamente y siempre perdemos los mismos

Ahora la Generalitat admite y asume el informe del comité de expertos que dice que este esqueleto presentado por el Gobierno es directamente lascivo para los intereses de la Comunitat Valenciana. Así, presentará «múltiples alegaciones» al mismo.

Otra vez volvemos a la casilla de salida en este deyavú constante, donde al final, siempre perdemos los mismos, los valencianos. ¿Hasta cuándo?.

Mientras tanto los «insolidarios» País Vasco y Navarra con su cupo se niegan a participar de la solidaridad estatal. Un status quo propio de otras épocas dictatoriales, pero que les hacen estar en una situación muy cómoda. Alguien ha de poner encima de la mesa los intereses valencianos y dar un golpe encima de la mesa, y de momento, ni Compromís, ni el PSPV de Chimo PUig, y menos Podemos parecen estar por la labor. Si hablamso de la oposición tampoco es que tengan muy claro el modelo a seguir, y al final pasa eso que bien dice el refranero español. «Entre todos la mataron y ella sóla se murió».