Un tufo que atufa

Fernando de Rosa: «Un tufo que atufa»

El diputado autonómico de Compromís en les Corts Valencianes, Joan Baldoví, tuvo una intervención en el pleno de la Cámara valenciana totalmente antológica: habló de untufo que atufaen la política valenciana.

Dicha afirmación fue acogida con estupefacción en la bancada socialista y con risa contenida en la bancada popular, ya que queriendo atacar al gobierno del President de la Generalitat, Carlos Mazón, lo que logró el desdibujado diputado de Compromís fue describir la situación denunciada por el gobierno valenciano.

Es terrible leer los informes de los organismos de control presupuestario que describen el “tufo” que está saliendo de los cajones heredados del gobierno que fue derrotado en las urnas el pasado 28 de mayo.

La dudosa gestión económica del derrotado gobierno de la izquierda valenciana, del que es máximo representante Baldoví, ha sido descrita por la propia Consellera de Hacienda, Ruth Merino, que ha afirmado que “es muy grave” lo que se va descubriendo a medida que pasan los meses.

Según lo manifestado por la misma, aún quedan muchos cajones que investigar, lo cual pone de manifiesto el tamaño del “pufo” heredado.

La preocupación por lo que pueda encontrarse y tras el informe de la Sindicatura de Cuentas, órgano previsto en el Estatuto de autonomía valenciano de control económico y presupuestario de la Generalitat Valenciana, ha motivado que el gobierno autonómico haya acordado la realización de una “auditoría forense del sector público valenciano”.

Se trata de evaluar hasta dónde llega el “tufo que atufa” y la realidad económica y política de la Comunitat.

La realidad del, por el momento y hasta que concluya la investigación que podría derivar en algo más grave, descontrol económico dejado por los socialistas y Compromís se extiende durante los ocho años de gestión, pero se acentuó en los dos últimos años en la que se realizaron más de 5.000 contrataciones de personal laboral sin autorización económica por la dirección general de presupuestos, como pone de manifiesto la Intervención General de la Generalitat. Pero lo más grave detectado ha sido que se ha descubierto la existencia de más de 117 millones de euros “irregulares” sin el oportuno expediente de contratación, y también un uso “incorrecto” de contrataciones a “dedo”, incumpliendo los límites de la ley de contratos.

Además, 11 entidades, de las investigadas, no habían adoptado medidas adecuadas contra “el fraude, el favoritismo, la corrupción  y el conflicto de intereses”.

Realmente Baldoví y compañía tienen que dar muchas explicaciones sobre su propia gestión, máxime cuando se dedican a embarrar la política valenciana y española con declaraciones cargadas de violencia verbal.

El “tufo” económico del anterior gobierno valenciano va a ser investigado y es necesario que los diputados de la izquierda colaboren en la investigación de la auditoría “forense” para aclarar qué es lo que ocurrió mientras manejaban el dinero de los valencianos. Así tendrán un mínimo de credibilidad a la hora de hacer cualquier intervención en las Cortes autonómicas o en el parlamento nacional, donde siempre están con el ventilador acusatorio en marcha e intentando ocultar lo ocurrido mientras gobernaban.

La frase dicha por Baldoví en las Cortes valencianas será recordada por su efecto “boomerang”, ya que ha dado en toda la cabeza a su partido el cual se ha quedado desnudo, de nuevo,  ante la sociedad valenciana, que ya decidió en las pasadas elecciones autonómicas enseñarle la puerta de salida haciéndole perder miles de votos, por su comportamiento lamentable al intentar desacreditar y perseguir a una menor agredida sexualmente por el que era el marido de su líder Mónica Oltra.

A ese terrible “tufo” ahora se añade otro “ tufo que atufa” y espero que no se dediquen a bailar y reírse como hicieron en ese lamentable momento protagonizado por el autor de la frase y la actual portavoz adjunta de Sumar, Águeda Micó.