Fernando de Rosa “ Silencio cómplice”

Se dice que alguien guarda “silencio cómplice” cuando no dice nada, ni se involucra, ante actos de atropello a los derechos o ante realidades injustas. Esa persona mira hacia otro lado sin impedir la lesión o el daño que se produce. Esta semana que termina, el Partido Popular de la Comunitat Valenciana ha denunciado el silencio cómplice del President Puig y del Consell de la Generalitat Valenciana, ante una situación que resulta insultante para los ciudadanos y ciudadanas valencianas.

  • Una y otra vez, Compromís, y en general la izquierda valenciana, atacan nuestras señas de identidad, cultura, lengua e historia.

Como muestra, un botón. Hace unas semanas, el alcalde Ribó, modificó el plan de subvenciones del Ayuntamiento de Valencia, para favorecer con una subvención de 25.000 euros a “Plataforma per la Llengua” que promueve el independentismo, señala a los profesores o negocios que no utilizan el “catalán” y promueven los “països catalans”.

La batalla contra nuestra cultura la libran en todos los frentes, también en el Senado donde con gran pena debo decir que la Mesa de esta institución admitió que la Comunitat Valenciana pueda ser incluida en los inexistentes países catalanes.

Por este motivo, la sociedad civil valenciana ha dicho ¡basta ya! Es hora de plantar cara a quienes pisotean la legalidad estatutaria y constitucional, con la anuencia de los socialistas. En este sentido, la Real Academia de Cultura Valenciana, Lo Rat Penat, el Ateneo Mercantil y la Real Sociedad Valenciana de Agricultura han promovido el manifiesto: “No a los países catalanes”. Como se indica en el mismo, se trata de reaccionar ante los “continuos ataques perpetrados contra la personalidad y el marco legal constitucional y estatutario del pueblo valenciano”.

El jueves pasado se hizo público dicho manifiesto por parte de los presidentes de las instituciones indicadas, José Luis Manglano, Enric Esteve, Carmen de Rosa, y Manuel Sánchez-Luengo, con gran éxito de asistencia ciudadanos que están hastiados del expansionismo catalanista y la denominación falsaria de nuestra Comunitat. Ya está bien de que nos insulten.

El Partido Popular se ha adherido a dicho manifiesto, asumiendo un compromiso claro y sin tibieza con la ciudadanía.

  • Por desgracia, guardar un silencio cómplice ante las injusticias es política común de la izquierda en España.

Sánchez calla y no cesa al ministro del Interior, Grande-Marlaska, por sus negociaciones con el etarra Antonio López Ruiz “Kubati”, para conseguir el apoyo de EH-Bildu a la investidura de Pedro Sánchez o el apoyo para aprobar los presupuestos generales del Estado. Así se ha revelado por la prensa en estos días. Por dignidad y decencia democrática, respeto a la ley, y a los derechos de las víctimas, Marlaska debería dejar de ser ministro y Pedro Sánchez tendría que dejar de tener a los batasunos como socios preferentes.

Por otro lado, resulta muy curioso cómo los podemitas, en su día, jalearon o promovieron los escraches y ataques personales a dirigentes del Partido Popular. Entonces, esas actuaciones de acoso eran consideradas como “jarabe democrático”. De nuevo el partido socialista guardó silencio y equidistancia ante actuaciones totalmente intolerables en un régimen democrático.

  • Es hora de alzar la voz y dejar de callar ante las injusticias que el partido socialista tolera o ampara de manera vergonzante.

La complicidad socialista debe dejar paso a una regeneración de los gobiernos autonómico y nacional. Nuestros presidentes Carlos Mazón, en la Comunitat Valenciana, y Pablo Casado, en España, están listo para ponerse al frente de dichos gobiernos y devolver la voz y el protagonismo a los ciudadanos.