Fernando de Rosa: “ Brillan por su ausencia»

– Fernando de Rosa: “ Brillan por su ausencia”

La frase “brillar por su ausencia” se utiliza cuando quiere ponerse de relieve que una cosa o una persona, no está donde debía estar o se esperaba que estuviera.

Se dice que el origen de esa frase se encuentra en el libro III de la obra “Anales” escrita por el historiador Tácito. En la misma se relata el entierro de Junia, viuda de Casio y hermana de Bruto, dos de los asesinos del emperador Julio César. Precisamente, en el entierro de Junia no se mostraron junto a la urna funeraria, como era habitual en Roma, los retratos de sus dos familiares que participaron en el magnicidio, que “brillaron por su ausencia”.

Pues bien, por “su ausencia brilla” también la honestidad y la regeneración de la vida pública que tantas veces voceó la izquierda valenciana en sus años en la oposición. Con la llegada de la izquierda al Gobierno de la Generalitat, comenzó a “brillar” la ausencia de transparencia, y, sobre todo, la falta de un verdadero compromiso con la ciudadanía.

Un ejemplo muy claro lo hemos tenido esta semana que termina. El lunes pasado, la exvicepresidenta de la Generalitat y exconsellera de Igualdad y políticas inclusivas, prestó declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia que instruye la causa criminal por el presunto encubrimiento de los abusos sexuales cometidos por su exmarido sobre una menor tutelada.

Hemos podido saber que Oltra ha cambiado la versión de los hechos que relató en el mes de marzo pasado en les Corts Valencianes. Allí reconoció que ordenó el expediente parajudicial que instruyó la Conselleria y en el que se desacreditaba a la menor, víctima de los abusos. Así, llegó a afirmar que “ese informe, el expediente lo encargué yo, dejen a la gente en paz y puedo dar todas las explicaciones que querían aquí y donde haga falta”.

En su declaración ante el juez ahora afirma que en marzo hizo uso del “singular mayestático”, de manera que cuando utilizó el “yo” se refería a la Conselleria, no a ella misma. Se trata de una argumentación difícil de entender.

De igual manera, sostiene que en marzo adoptó esa postura fruto de un “estallido emocional” para que no sufrieran los funcionarios y altos cargos de la Conselleria que ella dirigía.

Este discurso “singular mayestático explosivo emocional” de Oltra que ahora utiliza para su defensa, le deja muy mal parada.

Por un lado, es obvio que en alguna de sus dos comparecencias Oltra ha faltado presuntamente a la verdad: bien ante los representantes de los ciudadanos o ciudadanas valencianas, o ante el Poder Judicial, garante de los derechos y libertades de esas personas. Ha sido un insulto a todos los valencianos que quien enarboló la bandera de la lucha contra la corrupción, cambie su versión de los hechos de manera tan descarada.

Por otro lado, es llamativo que Oltra empatice con los altos cargos de la Conselleria hasta el punto de reconocer que se ofreció como sacrificio para evitar su dolor, cuando ella y los suyos, estando en la oposición, machacaron de manera cruel e insensible a quienes pusieron en el candelero.

En todo caso, su conducta está resultando una burla al sentido común. Su estrategia procesal no es otra que la del “sálvese quien pueda”, dando la espalda, ahora sí, a los altos cargos de la Conselleria a los que ahora traslada la responsabilidad.

En definitiva, los hechos desmontan el discurso de Oltra mientras estuvo en la oposición y en el Gobierno del Botànic. El lunes antes el juez instructor era el momento para que hubiera asumido su responsabilidad, y estuviera donde debía estar. Sin embargo, en el ocaso de su trayectoria política, el compromiso y el comportamiento ético brillan por su ausencia.