¿Estamos preparados para los efectos de suspender TODAS las fiestas?

¿Estamos preparados para los efectos de suspender TODAS las fiestas?

Una muy difícil decisión se cierne sobre nuestro futuro, sobre nuestras cabezas, y es que nunca pudimos pensar que esto pudiera pasar. Cada día se suman cancelaciones de fiestas, a parte del dolor y la dura decisión psicológica, nunca pensamos en las consecuencias de no hacer esas fiestas.

Un impacto económico incalculable sobre la economía valenciana

Es muy fácil criticar una fiesta por sus molestias, ruido,incluso por los excesos de algunos amparándose en esas fiestas, pero ¿qué pasará si no se celebran?

No tenemos un estudio de impacto económico real de exactamente qué supone para la economía valenciana la celebración de estas fiestas… Ahora por supuesto, hay que salvar vidas y pensar en modo sanitario. Pero, ¿estamos preparados para los efectos de suspender TODAS las fiestas? ¿Lo hemos pensado? Una dura relfexión y una difícil decisión.

Cancelaciones vs aplazamientos

Enumeremos las fiestas que ya han decidido cancelar en 2020

  • Hogueras de la población de San Juan, Alicante.
  • Hogueras de San Vicente del Raspeig.
  • Fallas de Carlet
  • Fallas de Buñol
  • Tomatina de Buñol

A la espera de saber si se aplazan o se cancelan están muchas fiestas importantes

  • Fallas de Valencia, pensadas por el Ayuntamiento de manera unilateral aplazarlas del 9 al 12 de Octubre
  • Hogueras de Alicante, pensadas aplazarlas del 2 al 6 de septiembre.
  • Moros y Cristianos de Alcoy, pensadas aplazarlas al¡ los dñias 3,4 y 5 de Octubre
  • Magdalena, sin fecha de aplazamiento

¿Y qué pasará? Pues nadie lo sabe

El impacto económico de las Fallas de Valencia se calcula en más de 900 millones de euros sólo en la Ciudad de Valencia. Porque en 92 municipios de la Comunitat Valenciana se celebran las Fallas

Las Fallas de Valencia: Un Ayuntamiento missing que da señales contradictorias

Desde el Ayuntamiento de Valencia se sigue negando la evidencia, algo que ya no es nuevo. Pero suena ya a cachondeo el que se siga diciendo que hay que esperar al 15 de junio para tomar la decisión de si celebrar las Fallas en Julio. Sobretodo cuando esta misma semana se está procediendo al desmontaje de la valla de las mascletaes. Un vallado que tarda cerca de una semana en montarse.

Desde marzo está montado, desde hace un mes, y a cerca de 15 días de decidirse en tomar la decisión si julio, octubre o qué hacer, se desmonta…Es sintomático con lo que ocurre con la principal fiesta de la Ciudad.

Un Ayuntamiento que dice una cosa y cuyas acciones son justo contrarias a lo que dice. Se ha retirado la valla de la Plaza ( a pesar de que no afecta a la peatonalización) y se han guardado los palets de arena que se habáin distribuído para el montaje de las Fallas a casa emplazamiento.

Las Hogueras de Alicante

A diferencia de Valencia, su alcalde se ha implicado de manera directa y no está desaparecido como sí lo está de las Fallas Joan Ribó. Luis Barcala decidió junto con todos los sectores implicados unas fechas para un aplazamiento. Pero ahora está pasando hoguera por hoguera un cuestionario para tomar una decisión final para involucrarlos en la toma de decisiones futuras.

Faltan 51 hogueras por realizar sus presentaciones, pero también elegir a las Bellezas del Fuego o actos multitudinarios. También son conscientes de que la financiación les ha caído en picado. Así muchas hogueras no se ven capacitadas para seguir adelante con pagos, por lo que más de un 60% de comisonados apostaría por cancelar las Hogueras del 2020.

Las comisiones no se ven capacitadas en conseguir la financiación necesaria para sufragar las hogueras. Pero, ¿Alicante se puede permitir un año sin hogueras?

Nunca pensamos en lo que movían las fiestas

Nunca apartamos el corazón y pensamos en lo que mueven estas fiestas y lo necesarias que son para la economía, ahora es el momento para aquellos que las critican o incluso para dirigentes políticos que se atreven a criticarlas abiertamente.

Artistas falleros y constructores de hogueras, pirotécnicos, floristas, indumentaristas, empresas de espectáculos, hay muchos sectores. ¿Pero qué hay de los demás implicados? Desde el bar de la esquina que hace bocatas para los festeros y llena su local esperando la mascletà hasta la carnicería donde compramos el embutido.

No sólo grandes empresas se verán afectadas, pymes y autónomos también y de empleos ni hablemos

La empresa que hace las banderas de la calle, la que pone las luces en la calle, o la que instala la carpa. Pero también las que proveen de vasos y manteles, las que hacen bandas y trofeos, o los miles y miles de músicos que cobran por acompañarnos en nuestras fiestas. Las bandas, charangas, tabal i dolçaina, todos se quedan sin cobrar. Como tampoco los hoteles se llenarán ni los bares harán su agosto…

Y si el bar no llena sus cámaras y contrata personal de refuerzo, el empleo se verá perjudicado, aún más… ¿En serio estamos preparados para la que se nos veine encima?

No me imagino un año sin fiestas, sin celebraciones, sin festivales de música, sin cremas y sin mascletaes…Pero menos me puedo imaginar el impacot sobre la economía valenciana por la cancelación de todo ello… Nadie se lo imagina.

Reflexión para el futuro

¿Futuro? ¿qué futuro nos espera si la contracción de la economía es brutal? Volveremos como deyavú a los años 80. Pero lo principal, pensemos que la economía no se puede permitir un año sin celebraciones. Hay que pensar en frío y ya es hora de valorar desde la Conselleria de Cultura, que al fin sirva para algo, el impacto de estas cancelaciones. El señor Marzá como que tampoco está, pero debería unirse al Conseller de Economía y junto con Chimo Puig empezar a tomar las riendas.

Asusta la pandemia, pero el mayor fantasma ahora será el futuro. Una amenaza que parece tener tintes todavía más apocalípticos que la propia pandemia.

Quiero políticos responsables que estén capacitados de calibrar las consecuencias de sus decisiones. Ya es hora de diseñar el Plan B.