Francisco Bueno Camejo “Trouble in Tahiti: Una amarga reflexión sobre la vida actual”

Trouble in Tahities una ópera de bolsillo, breve, de apenas una hora de duración, en donde, sin embargo, el compositor-libretista, Leonard Bernstein, tiene espacio y tiempo suficiente para reflexionar sobre el cocooning de la vida norteamericana burguesa, en el extrarradio, dentro de una plácida casa con jardín.

Las comodidades materiales no palían la incomunicación de una pareja infeliz, con un hijo. El marido desatiende a la familia, absorto en su trabajo. Empero, un último intento desesperado de la pareja por recuperar el amor perdido es cantado irónicamente por el trío de payasos. El matrimonio decide ir al cine juntos para ver una película racista, más mala que la tos: “Trouble in Tahiti” (Problemas en Tahití).

Esta operita contó con una linda y fresca escenografía, merced a un atrezzo que aludía a las comodidades en el hogar y a las labores en la oficina y en la consulta del psicoanalista. A destacar, el sofá rosa, tan ensalzado por el libreto, que contrastaba con la sinfonía de colores negros y plateados. Los vestuarios, de época. El gabán de Dinah se convertía internamente en una prenda tahitiana floreada, para emular parte del argumento de la película. El movimiento escénico fue ingenioso.

Los payasos no sólo cantaron, sino que también desplegaron una coreografía, al estilo del music hall norteamericano. Esto nos ha hecho reflexionar sobre el verdadero papel de este trío de payasos. Dado que ellos comentan la acción al público, y además cantan y bailan, recuerdan al coro helénico de las tragedias griegas; aunque mucho más reducido: de la docena de los miembros del coro –pace el corifeo- en la antigua Grecia hemos pasado a tan sólo un coro formado por un trío en esta ópera de Leonard Bernstein.

La orquesta también está reducida; aunque cuenta con timbres inusuales, que beben del jazz, el pop y el musical norteamericano, tales como la batería con sus charles, el xilófono, el vibráfono y los bloques. Una plantilla casi de cámara que, sin embargo, contó con un contrafagot. Hay que reconocer que la Orquestra de la Comunitat Valenciana supo explotar y combinar muy bien la rica paleta tímbrica, bajo la alegre y rítmica batuta de Jordi Francés.

Los cantantes, miembros todos del Centre de Perfeccionament del Palau de Les Arts Reina Sofía, interpretaron correctamente sus papeles. La mezzosoprano madrileña Laura Orueta es una buena intérprete, con una voz fresca, buenas gamas graves y medias tintas. A la de Hoyo de Manzanares le falta todavía desarrollar la potencia sonora, hasta conseguir una voz carnosa; pues su bello instrumento tenía en ocasiones problemas para sobresalir por encima de la orquesta. Pero estamos seguros de que la hoyense lo conseguirá, pues tiene una prometedora carrera ante sí. Es probable que las gamas graves también sean un poquito más oscuras en el futuro.

El barítono peruano Alejandro Sánchez García es muy rico en las inflexiones, los matices y las articulaciones. Cambia de color con mucha facilidad. Tan sólo le falta un poquito más de fiato; pero lo conseguirá a medida que los años, la técnica vocal y la experiencia vayan progresando. Con todo, es una gran promesa, y le auguramos un brillante futuro.

El trío de payasos cantó, bailó y actuó con mucha corrección, ora la mezzosoprano sinaloense Mariana Sofía García, ora su compatriota, el barítono mejicano Carlos Fernández Reynoso, ora el tenor británico Xavier Hetherington.

FICHA TÉCNICA:

  • Lugar y fecha: Palau de Les Arts Reina Sofía, Teatre Martín i Soler, 13 de marzo, domingo, 18 horas.
  • Programa: “Trouble in Tahiti”, ópera en un acto y siete escenas, con libreto y música de Leonard Bernstein.
  • Reparto: Laura Orueta, mezzosoprano (Dinah); Alejandro Sánchez, barítono (Sam); Mariana Sofía García, mezzosoprano (Payaso 1º); Xavier Hetherington, tenor (Payaso 2º); Carlos Fernando Reynoso, barítono (Payaso 3º).
  • Dirección de escena: Ted Huffman.
  • Escenografía: Elena Zamparutti.
  • Vestuarios: Gisella Cappeli.
  • Iluminación: Alex Brok.
  • Vídeo: Pierre Martin Oriol.
  • Coreografía: Sam Pinkleton.
  • Orquesta: Orquestra de la Comunitat Valenciana.
  • Dirección musical: Jordi Francés.

Francisco Bueno Camejo