El Gobierno municipal concede la licencia de derribo del Metropol y deja la protección de la fachada a discreción de sus propietarios

– Obra del arquitecto Goerlich, el antiguo Cine Metropol constituye uno de los pocos ejemplos de cines históricos, así como la única sala cinematográfica de época republicana, que todavía se conserva en pie en nuestra ciudad

El Ayuntamiento de Valencia sigue adelante con la tramitación de la licencia para derribar el antiguo Cine Metropol y para construir, en su lugar, un hotel. Tanto es así que la delegación que dirige Lucía Beamud acaba de firmar la resolución que permitirá reducir a escombros el citado inmueble, aprovechando el actual periodo festivo y desoyendo los numerosos informes y alegacionespresentados por diversas entidades en favor de su protección.

  • La citada resolución concede, en concreto, la licencia para la ejecución de obras de nueva planta de un edificio en el número 9 de la Calle Hernán Cortés para la instalación de un hotel con aparcamiento.

“Si bien la referida resolución incluye la recomendación emitida por la Dirección Territorial de Patrimonio, en su informe de 29 de septiembre de 2017, ésta no constituye, por su propia naturaleza, una obligación jurídicamente vinculante, dejando, en consecuencia, a discrecionalidad de los propietarios del Metropol la conservación de su fachada y de los elementos que la singularizan”, ha explicado la líder de los Populares.

Un extremo que el propio Ayuntamiento confirma en su resolución. En particular, el escrito de Patrimonio recomendaba “el mantenimiento de las líneas compositivas generales de la fachada, así de los elementos con valores históricos, tales como la singular decoración y tipografía del letrero del cine”.

Los Populares presentaron en octubre de 2021 una moción a la Comisión de Desarrollo Urbano instando al Gobierno municipal “a buscar una solución dialogada y consensuada con los propietarios del antiguo Cine Metropol que pasase necesariamente por la conservación, al menos, de la fachada y de los motivos en estilo Art déco que la decoran”. Por desgracia, la iniciativa de los Populares fue rechazada de plano por el equipo de gobierno, desistiendo de hablar con la propiedad para evitar la demolición de la fachada del edificio y fiando la salvación del edificio a su adquisición por parte de la Generalitat Valenciana, tras resultar aprobada esta propuesta en los presupuestos participativos autonómicos de ese mismo año. Sin embargo y como señala Catalá, “la Generalitat ha descartado incluir una partida en sus cuentas para 2023 para la adquisición del Metropol, a pesar de consignarse en su día 4,2 millones de euros para hacer una oferta de compra”.

  • Como recuerda la Portavoz del Grupo Municipal Popular, “el antiguo Cine Metropol constituye, junto con el Rialto y el Capitol, uno de los pocos cines históricos, así como la única sala cinematográfica de época republicana, que todavía se conservan en pie en nuestra ciudad».

A pesar de lo anterior y a diferencia del edificio colindante, el Metropol carece por desgracia en estos momentos de cualquier tipo de protección patrimonial, al no estar incluido en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de Valencia, estando amenazado en la actualidad por la piqueta”, explica la líder de los Populares. Como es sabido, los planes de sus actuales propietarios pasan por la demolición del inmueble para la posterior construcción de un edificio de nueva planta para uso hotelero, para lo que solicitaron en mayo de 2017 al Ayuntamiento de Valencia la correspondiente licencia de obras.

Informes a favor de la conservación del Metropol

La singularidad del antiguo Cine Metropol viene confirmada por el informe realizado en mayo de 2020 por miembros de varios departamentos de la Universidad de Valencia, en el que se destaca “el carácter decisivo y único del Cine Metropol en el panorama arquitectónico de la ciudad de Valencia y en la producción del propio Goerlich”, concluyendo “la existencia de razones objetivas y fundadas para considerar este edificio como uno de los espacios singulares relevantes e históricos de la capitalidad valenciana y que utilizaron personajes importantes de nuestra historia durante la Guerra Civil Española, gozando, en consecuencia, de protección integral como BRL desde el 1 de mayo de 2017, cuando entró en vigor la Ley 9/2017, que amplía los supuestos de protección genérica contemplados en la Disposición Adicional Quinta de la Ley 4/1998, del Patrimonio Cultural Valenciano”.

  • En el mismo sentido, la Fundación Goerlich solicitó, en un escrito de 2 de mayo de 2018 dirigido al Ayuntamiento de Valencia, la protección del antiguo Cine Metropol como BRL.

Recomendando “el mantenimiento de las líneas compositivas de la fachada y la singular decoración y tipografía del letrero del cine, similar a la utilizada en otros edificios de la II República como los refugios antiaéreos de la Guerra Civil”, de conformidad con el informe de la Dirección General de Cultura de diciembre de 2017.

Por su parte, el Consell Valencià de Cultura se mostró favorable, en su informe de junio de 2020, de la paralización cautelar del derribo del edificio “hasta que la Conselleria de Cultura haya concluido el Inventario del Patrimonio Valenciano de la Guerra Civil, al objeto de evitar perjuicios de carácter irreparable, con mayor razón tratándose de un edificio susceptible de protección”.

Con posterioridad y, en concreto, el 3 de mayo de 2021, el Comité Técnico de Expertos designado por la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática confirmaría “los valores a los que se refiere el artículo 20 de la Ley 14/2017, de 10 de octubre, de memoria democrática y para la convivencia de la Comunitat Valenciana, si bien no en grado tan singular como para justificar la declaración del Metropol como lugar de la memoria de la Comunidad Autónoma”, destacando “su relevancia local desde el punto de vista histórico y simbólico”, para, a renglón seguido, abogar por su protección como BRL , dotándole, al menos, de “la necesaria protección para garantizar la contemplación de su fachada para la generaciones venideras como símbolo de los valores democráticos de la Segunda República y del recuerdo de Valencia como capital de la misma”.

Historia del antiguo cine Metropol

Ubicado en el primer Ensanche de la ciudad, el antiguo Cine Metropol ocupa uno de los dos edificios gemelos que proyectara en 1882 el maestro de obras Gaspar Latorre Vidal en la Calle Hernán Cortés, formando ambos inmuebles una misma unidad hasta la fecha de la reforma del segundo de ellos. Concebido en un origen como edificio de viviendas, éste sería remodelado por completo en 1933 a instancias del editor y empresario Vicent Miquel Carceller, director de la revista satírica La Traca.

El responsable de su transformación no sería otro que el arquitecto Javier Goerlich, autor material de obras tan destacadas como el Banco de Valencia, el Mercado de Abastos o el tristemente desaparecido Club Náutico, y quien recibiría el encargo de adaptar el edificio a su nuevo destino como sala de cine, siguiendo el estilo de moda de la época y desdibujando cualquier relación con el diseño original.

  • Por sus salas pasarían figuras tan sobresalientes como Orson Wells, Ernest Hemingway o Miguel Hernández durante los años en los que Valencia ostentó la capitalidad de la Segunda República Española.

El antiguo Cine Metropol sería finalmente inaugurado en octubre de 1934 con la proyección de Compañeros de juerga, de Stan Laurel y Oliver Hardy. Dotado con las últimas tecnologías, éste funcionaría hasta la fecha de su cierre como cine de estreno y de reestreno, dependiendo de la temporada, contando con un aforo de 1.200 localidades.

Por sus salas pasarían figuras tan sobresalientes como Orson Wells, Ernest Hemingway o Miguel Hernández durante los años en los que Valencia ostentó la capitalidad de la Segunda República Española.

Más adelante en el tiempo, éste sería reconvertido en cine de reestreno y programa doble, junto a los cines D’Or, gestionados igualmente por la familia Fayos, viviendo una segunda edad de oro. En febrero de 2001, el Metropol sufriría un pavoroso incendio como consecuencia de un cortocircuito, precipitando su declive y su cierre definitivo.