El alcalde de Compromís en Valencia, Joan Ribó ha sido tajante y ha anunciado que han llegado a un acuerdo con sus socios de gobierno ( PSPV de Sandra Gómez) para implantar la tasa turística en el Cap i Casal.
Así, desde el PSPV de Sandra Gómez se desligan del propio partido socialista y de la opinión del Secretario Autonómico de Turismo, Francesc Colomer y del diputado provincial de Turismo, Jordi Mayor, ambos del PSPV.
Compromís impone su criterio de nuevo ante Sandra Gómez
De nuevo, Compromís impone su opinión sobre los que parece unos socios-corderitos que de nuevo tragan las decisiones unilaterales de Compromís.
El alcalde asegura que redundará en la ciudad los beneficios y pagará servicios como limpieza y seguridad. Justo dos de los servicios más demandados por los vecinos y que más quejas generan en los vecinos. Así, el alcalde se defiende y asegura que no la pagarán los valencianos ni los hoteleros. Pero generará desigualdades con poblaciones limítrofes o cercanas. Así, si Mislata decide no aplicarla, o incluso Alboraya o poblaciones como Cullera que ya hana segurado no la aplicarán, generará nuevos impuestos para las empresas del término municipal.
Malestar socialista y lo que persigue Compromís
Muchas fuentes socialistas siguen asegurando que después de lo mal que lo ha pasado la hostelería estos años llega la propuesta en el peor momento, y que al final, los hoteles acabarán asumiendo en su cuenta de gastos esa tasa ante una difícil situación en la que buscan abaratar los costes para atraer el turismo cada vez más competitivo.
En el seno del Consell este tema ha causado gran polémica y es una fuente de problemas, hasta el punto de que Compromís ha despreciado al Secretario Autonómico de Turismo, Francesc Colomer ( PSPV). En una operación que busca quizá no la propia tasa sino imponer su criterio y generar polémica con sus socios de gobierno. Parece que una vez más, Compromís quiere hacer ver a la sociedad quién manda, una cuestión de «pelotas» por lo que parece.
