¿Se ha acabado la paz en el Govern del Botanic?

El Govern del Botanic que gobierna la Generalitat Valenciana con la presencia de los partidos del PSPV-PSOE, Compromís y Podemos parece que ha enterrado definitivamente la paz entre sus miembros.

Parece que se ha abierto la veda incluso entre las bases y a nivel autonómico y municipal de ir a por «el enemigo». El problema es que ese enemigo es socio de gobierno.

Ya se sabe que los gobiernos de coalición se apegan a sus butacas y no salen ni con agua caliente, se fijan a ellas con un pegamento duro y a pesar de las cuchilladas en la espalda siguen en sus puestos, por ello de uqe «el poder une». Más si cabe con los bolsillos llenos.

Compromís ha declarado la guerra al PSPV: Mónica «a salto de Mata»

Compromís ya abiertamente ha declarado la guerra al PSPV, en redes sociales e incluso en los Ayuntamientos. Mónica Oltra abrió el fuego con sus apariciones estelares en televisión con lo de que «En el Consell no me escuchan». A esto siguió el ataque directo en bandada desde Compromís al Síndic del PSPV Les Corts, Manolo Mata. Por unas palabras sacadas de tono y contexto, le llegaron a insinuar maltrato psicológico a su mujer, por decir que «ni a veces a mi mujer hago caso con algunas cosas»… Sacando el mensaje de contexto. Alcaldes y cargos de Compromís hace semanas le hicieron un juicio sumario y condenaron con duras palabras.

La gestión de la pandemia

Podemos y Compromís se desmarcan de la gestión del President Puig y de su socio del PSPV. Se encargan de difundir a los cuatro vientos sus discrepancias y que al final quién decide es Puig y que no están de acuerdo. Hacen una «tourné» por paltós de televisión para dejar patente que eloos no son responsables y cargando las tintas contra Puig.

La NO-cabalgata de Reyes: Abrió una nueva guerra en Twitter

Este hecho ha caído como una bomba en el Consell. La primera en salir a esta guerra que principalmente se juega en Twitter fue la propia Consellera de Sanitat diciendo «no se debería de haber celebrado» e indicando que las indicacioens eran muy claras. De inmediato salió Oltra a acusarla de un hecho realizado por su propio partido en el Ayuntamiento de Valencia (ningún jorobado se mira su chepa como bien dice el refranero español).

En el tema se metió hasta la propia portavoz del PSPV en el Ayuntamiento, Sandra Gómez, que recrimió su falta absoluta de lealtad y hasta le llegó a insinuar su política barriobajera. Una guerra de «auténticas poligoneras» que poco favor le hace a sus respectivos partidos. Medio PSPV de la Ciudad y Compromís Valencia se han acusado en redes sociales por este motivo.

El último episodio: la vacunación de los alcaldes del PSPV

Esta misma semana Oltra ha aprovechado el tema de los tres alcaldes socialistas que se han vacunado irresponsablemente de COVID para cargar contra ellos. De hecho hasta Compromís en Rafelbunyol apoya a Ciudadanos y PP para pedir la dimisión del alcalde.

¿Una estrategia de Mónica Oltra?

Igual el problema es un problema de desconfianza total, pero también debe tener que ver la auténtica crisis de poder en Compromís.

Por una parte, la época de Ribó está más que acabada, siendo cada vez más cuestionado dentro de su partido y por su avanzada edad y sus problemas que acarrea. No teniendo ningún heredero claro, ¿o igual sí? ¿será la propia Oltra?

Por otra parte, hay una auténtica guerra declarada por liderar Compromís entre Vicent Marzá y Mónica Oltra. Oltra no se ve clara vencedora y hay una auténtica lucha de titanes. Oltra necesita de la polémica donde está cómoda. Un territorio de confrontación y de inconformismo abandonado hace años y que les ha hecho bajar estrepitosamente en intención de voto.

Podemos también con un lío interno

Esta misma semana se ha conocido el otro «Juego de tronos» de la política Valenciana. Podemos ha dado un golpe encima de la mesa y ha hecho un auténtico golpe de estado, eliminando de Síndica a Naiara Davó, para controlar el partido también en Corts Valencianes, nombrando a Pilar Lima, afín a la parte oficial, como nueva Síndica y Portavoz.

La paz se ha acabado

La realidad es que la paz se ha acabado en un Govern del Botanic donde se ha abierto la veda de la confrontación total y donde las cuchilladas vuelan por los pasillos. En tiempo de pandemia con cifras absolutamente decontroladas los valencianos no nos podemos permitir que estén nuestras autoridades más pendientes de cómo acuchillar su socio de gobierno que de gestionar la pandemia.

La encrucijada de Chimo Puig

Chimo Puig está en una encrucijada con unos socios cada vez más desleales y más peligrosos. Igual es la hora de plantear un Gobierno de concentración de partidos leales a los valencianos y que huyan de radicalismos. Muchos dirigentes políticos plantean ya abiertamente un gobierno entre PSPV-Ciudadanos incluso abriéndolo al PP. Buscan desalojar a Compromís y podemos de la Generalitat Valenciana y de paso alejar a Vox. Sería una forma de dejar en la oposición a radicalismos de extrema derecha y extrema izquierda. Una opción para gobernar para los valencianos e intentar sacar adelante la economía y las personas tan maltrechas.