¿Los desmanes de Grezzi en Valencia es el precio a pagar por ser Sandra Gómez vicealcaldesa?

¿Los desmanes de Grezzi en Valencia es el precio a pagar por ser Sandra Gómez vicealcaldesa?

Cada vez se entiende menos que se deje en manos del concejal Giuseppe Grezzi el diseño del urbanismo de la Ciudad de Valencia. Sobre todo cuando las competencias de urbanismo recaen en la vicealcaldesa Sandra Gómez.

Es por ello que es muy extraño que se le permitan desmanes a Grezzi de forma continuada y sobre todo que aún no hayna consecuencias ante las decenas de irregularidades encontradas en la comisiónd e investigación de la EMT.

Esto se juega en clave política y no urbanística. Grezzi se ha hecho imprescindible para mantener el Gobierno Municipal de Valencia, el Govern del Rialto. La artimética parlamentaraia hace que de uno de los concejales del equipo de gobierno votar en contra en alguna moción y la oposición votar en bloque ésta no podría salir adelante. Al concejal Grezzi esto no le ha pasado desapercibido y juega con ello, de hechos e aprovecha y casi tiene una actitud desafiante con su supuesto compañero Ribó y con sus socios de gobierno, el PSPV de Sandra Gómez.

La situación de la EMT y sus vasos comunicantes con la Plaza del Ayuntamiento

Cabe recordar que la EMT Valencia es una empresa pública del Ayuntamiento de Valencia, un organismo «autónomo dependiente» del Consistorio. Pero fuera del control de la intervención municipal y el único organismo que no ha contado hasta hace esacasa fechas con un secretario municipal que fiscalice su labor.

El concejal Grezzi al asegurar el control de la EMT y la concejalía de Movilidad sostenible, acumula gran poder, y se ha asignado los proyectos urbanísticos de la Ciudad.

El PSPV en la pasada legislatura con Vicent Sarriá paró los pies a Grezzi

El concejal de urbanismo en la pasada legislatura llevó al Pleno Municipal en 2017, que salió adelante y en la cual se decía textualmente:

«Con independencia de las afecciones que sobre la movilidad en la plaza del Ayuntamiento y su entorno tendrán las obras previstas en la plaza de la Reina, se propone encargar al Servicio de Proyectos Urbanos la elaboración del pliego de condiciones del concurso, con intervención de jurado, para la selección de la propuesta y posterior redacción del proyecto y dirección de las obras para la reurbanización integral de la plaza del Ayuntamiento»

Así, Sarriá cerraba la puerta a Grezzi y sus ideas sobre la Plaza del Ayuntamiento y se acordaba un concurso de ideas para la misma bajo el Servicio de Proyectos Urbanos, dependiente de la Concejalía de Urbanismo.

Pero esta legislatura con Vicent Sarriá fuera del Ayuntamiento parece que el pacto por el que Sandra Gómez fue vicealcaldesa tenía letra pequeña. Por la cual auqnue asumía urbanismo, tendría que permitir hacer a Compromís y sus concejales.

Primero le introdujeron a Sergi Campillo a su lado como guardia pretoriana, y luego ha tenido que tragar lo indecible, incluso con desplantes de Compromís.

En Octubre de 2017 Sandra Gómez dijo que la reforma de la Plaza «nunca sería con maceteros»

En esa fecha, Sandra Gómez decía que el proyecto de la Plaza del Ayuntamiento debía de ser un proyecto emblemático. Por tanto necesitaba de un buen análisis y que nunca se debería llevar a cabo con maceteros, sino que era neceario una reforma integral rigurosa y seria. Descartando «parches y provisionalidades»

Ahora existen maceteros, parques y provisionalidades, ¿Qué ha cambiado desde 2017?. Parece que el factor determinante es junio de 2019, donde Sandra Gómez entregó la alcaldía a Ribó sin ni siquiera negociaciones previas. Con lo que una vez investido Ribó, las negociaciones se complicaron mucho entre los socios de Gobeirno hasta llegar al Rialto.

De hecho tuvieron que mediar personalidades del PSPV como Manolo Mata, con mucha más experiencia que Sandra para que el pacto se llevara a cabo. Pero Sandra Gómez consiguió una vicealcaldía que ahora no está dispueta, según parece, a perder.

Los desprecios de Compromís que le salieron gratis

La espectacular mal llevada gestión de la crisis de la EMT hizo estallar el Govern del Rialto. De hecho el detonante fue que los dos concejales del PSPV, Elisa Valía y Ramón Vilar votaran a favor de que Grezzi no estuviera presente en las comparecencias de empelados de la EMT. Todo esto era por evitar presiones del concejal hacia sus subordinados.

El propio Grezzi y Compromís se negaron a ello. Esa misma tarde, apareció el vice-alcalde Sergi Campillo en la sede de la EMT Valencia. Hubo una reunión de urgencia entre Campillo, Lucía Beamud, el propio Grezzi y la asesora Pilar Soriano. Dieron por «herido el Pacto» y amenazaron a sus socios de gobierno con consecuencias.

Poco tardaron en llegar, se saltaron lo pactado y en el Consorcio de la Marina eliminaron a Sandra Gómez y en vez de nombrar a Pilar Bernabé eligieron a un concejal de Compromís.

Pero gratis le salió a Compromís porque de nuevo, sandra Gómez frenó a los concejales de su Grupo Municipal.

La comisión de investigación donde Grezzi ocultó datos y a la espera

Grezzi en la comisión de investigación ocultó datos y se enfrentó hasta en numerosas ocasiones con la Presidenta Elisa Valía (PSPV). Pero también le salió gratis. La comisión acabó a finales de enero y se quedó a la espera de redactar un documento base para las conclusiones, pero de nuevo aquí puede haber una dura fricción, así que seguimos a la espera.

No se puede entender que las tragaderas del PSPV con los desmanes continuos y cada vez más salidos de tono de Compromís, y en especial de Grezzi sigan añadiendo problemas y que sigan sin ninguna consecuencia para Compromís.