Llega la revolución fallera hartos de ataques a las Fallas tras compararles el diputado de Compromís Joan Baldoví con los nazis

Cuando la televisión pública catalana la semana pasada ponía en tela de juicio la propia esencia de las Fallas, la sátira del monumento no podían ni imaginar las consecuencias de sus actos. TV3 atacaba a las Fallas de Valencia y en especial a la Falla ganadora del Primer Premio de la Sección Especial por una escena de su base que hacía una equivalencia entre el Flautista de Hamelin caracterizado por Puigdemont y el mundo independentista como las ratitas que le seguían.

La Televisión pública catalana atacaba esta crítica fallera y de pronto salieron órdagos de personas con perfiles en redes sociales con lazos amarillos criticando a las Fallas en sí, animando a quemar la Falla y afirmando que las Fallas eran fascistas. Incluso un ex-dirigente del Consejo Valenciano de Medios de Comunicación que rige A Punt, la televisión pública valenciana, nombrado por Compromís empezó una caza de brujas contra la comisión fallera y las Fallas en su conjunto.

Rafa Xambó, criticó a la Fiesta y el cierre de calles y hasta los pasacalles y se permitió afirmar que la ofrenda era una acto franquista que se tenía que acabar.

Baldoví la lió parda ayer amparado en su inmunidad parlamentaria en un ataque directo contra las Fallas

Ayer otro miembro de Compromís, en este caso de su élite dio un paso más, Joan Baldoví, el único diputado de Compromís en el Congreso de los Diputados.

Baldoví, amparándose, cuan gato viejo, en su inmunidad parlamentaria afirmó en el Congreso de los Diputados que estos hechos era como la persecución nazi a los judíos. Una auténtica barbaridad compoarar la sátira fallera con este genocidio del siglo XX. Más si cabe cuando ha sido alcalde de Sueca, una población con Fallas.

Baldoví, lo dijo intencionadamente, no por desconocimeinto, sino parece por odio a las Fallas. Que se han convertido en una crítica constante y que esta vez criticaron a lo que para él es lo más sagrado, el catalanismo y el independentismo.

Las Fallas hartas exigen una disculpa pública inmediata

Los Falleros de la comisión de Convento de Jerusalén se hartaron ayer de que les comparen con el nazismo y afirmaron que van a ir a los tribunales y se plantean demandar a Baldoví por un delito de odio, entre otros. Algunos miembros han emitido un duro comunicado recordando al diputado valenciano sus lazos con el rancio catalanismo y sus decisiones que perjudican a los valencianos en favor de los catalanes.

La comunidad fallera está harta de ser el centro de las críticas y de los ataques directos. Más si cabe cuando las autoridades valencianas callan y permiten una y otra vez desmanes y ataques constantes. Chimo Puig vuelve a callar, Mónica Oltra que fue incluso Fallera Mayor de una Falla del Cap i Casal ni siquiera se pronuncia. El alcalde de Valencia Joan Ribó o el propio Presidente de JCF, Carlos Enrique Galiana impuesto por el alcalde, ambos de Compromís, ni siquiera las defienden de estos ataques dirigidos e intencionados.

Ha llegado el momento de la revolución fallera que tendrá consecuencias políticas contra las autoridades que permiten e incentivan los ataques a las Fallas de forma constante

Parece que ha llegado el momento de la revolución fallera contra estas autoridades que permiten estos desmanes y estos ataques constantes. Callan y otorgan, pero la paciencia de los falleros y los valencianos se ha agotado y el mundo fallero ha dicho BASTA YA.

A Baldoví le va a salir muy caro políticamente esta afirmación porque se ha quitado la careta. Ya a nadie engaña asegurando que defiende los intereses valencianos en Madrid, ya abiertamente los valencianos y los falleros le llaman totalitario y vendido a Cataluña.

Compromís pide al Gobierno la reciprocidad de las televisiones autonómicas
Baldovi y dirigentes de Compromís como e President de Les Corts Valencianes

Ahora el punto de mira se halla sobre Chimo Puig, Mónica Oltra, Joan Ribó o el propio presidente de JCF Carlos Enrique Galiana. Se habrán de pronunciar y decantar por defender los intereses valencianos, y a las Fallas o posicionarse en contra del Pueblo Valenciano de una manera clara. Los valencianos somos un pueblo «meninfot» pero cuando se nos toca la fibra sensible este pueblo alza su voz y lo ha demostrado a lo largo de la historia. Puede ser el fin de muchos políticos a los que el Pueblo no les perdone su traición.