Si lo que se busca en una peatonalización es conseguir hurtar espacio al vehículo para goce de los ciudadanos, en Ciutat Vella se está consiguiendo justo el efecto contrario. Cada vez hay menos espacio para el peatón y las plazas peatonalizadas se están llenando de furgonetas de reparto y se improvisan aparcamientos en otros plazas que antes eran peatonales.
Algo no funciona y es evidente, otra cosa es que desde el Gobierno de Ribó y Sandra Gómez se niegue una vez más la realidad y vivan en sus «mundos de yuppie».
Advertencias vecinales
Los vecinos no hacen más que advertir del nuevo problema generado en redes sociales, pero el Ayuntamiento mira hacia otro lado.
Adivina, adivinanza…
Cuántas furgonetas caben a las puertas de Santa Catalina?
Me temo que solo peatonalizar no es ninguna solución si no se resuelven problemas básicos como la logística a los comercios y residentes
Estas torpezas pasan factura pic.twitter.com/evOxmrm35U— Toni Cassola (@ToniCa_ssola) August 26, 2022
El problema de los camiones de reparto era previsible en la Plaza de la Reina, un lugar donde la inmensa mayoría de sus locales comerciales son negocios de hostelería. Ahora se ha encontrado este espacio junto a la Torre de Santa Catalina como nueva zona de carga y descarga.
La plaza de la Merced el nuevo aparcamiento
Pero las peatonalizaciones de las Plazas del Mercado y de Brujas también tienen otros «daños coletarales». En este caso han convertido a la Plaza de la Merced en un nuevo aparcamiento que lejos de ser improvisado, está de día pero también de noche, como denuncia otro vecino en twitter.
¿La Plaza de la Merced es una nueva zona de parking? @policialocalvlc @AVelluters pic.twitter.com/b6PgDK2voz
— JAML (@jaml_76) August 24, 2022
y el mismo ciudadano toma la misma foto 12 horas después y sigue el aparcamiento…
12 horas después y la situación en la Plaza de La Merced sigue siendo exactamente la misma. pic.twitter.com/IVmU4gTqL2
— JAML (@jaml_76) August 25, 2022
La invasión del espacio público
En estas zonas, se ha producido una triple invasión del espacio público. Por un lado, la ocupación de mesas y sillas de terrazas de locales de hostelería. Algunos han llegado a triplicar el número de sillas.
Por otra parte, miles de bicicletas, cientos de turistas paseando en bici por la zona peatonal. Te tienes que apartar para no ser arrollado por muchos de ellos. A esto se suma el ingente negocio de alquiler de bicicletas en las zonas aledañas a la plaza y que se han multiplicado como setas, llenando la plaza de bicicletas. Unas bicicletas que «aparcan» en cualquier lado sin control alguno.
La triple invasión es la de las furgonetas de reparto. El exiguo lugar de «carga y descarga previo pago» del primer sótano del parking de Brujas gestinado por EMT no da para los más de 400 puestos del Mercado Central y las decenas de locales dedicados a la hoatelería y el turismo de la zona.
Más espacio peatonal, menos espacio para el peatón
Una dicotomía imposible, pero que en la Ciudad de Berlnaga daría para un guión de película. Nos superamos día a día en estupidez y sinsentidos. ¿Hasta cuándo?. Hay que diseñar las cosas con una mínima previsión a futuro y contando los problemas que generarán para poner soluciones. Pero el pensar parece que no está hecho para el ejército de asesores del PSPV y Compromís, que sólo saben ser palmeros y atacar cuando difieres de su versión alejada de la realidad. palmeros y perros fieles que no asesores.