La Torre Miramar de la rotonda que costó 24 millones convertida en un poste publicitario y un lienzo para pintadas por Ribó y Sandra Gómez

El Ajuntament de Joan Ribó y Sandra Gómez ha cumplido su amenaza y ha convertido el principal acceso al Cap i Casal por el Norte en un gran lienzo de pintadas y en un caro poste publicitario.

La cara rotonda de entrada a la Ciudad desde la V-21 completamente abandonada por Ribó y Sandra Gómez se convierte ahora en un lienzo para pintadas y en un poste publicitario. Las alegorías a la huerta y el trencadís del túnel con escudo de valencia, barracas y huerta está bajo innumerables capas de pintura de grafitis. Parece que la cultura valenciana, la huerta y nuestro patrimonio importa bien poco a los responsables municipales, que prefieren en su lugar hayan grafiti con nombres que dañan el espacio público.

Se desecó la principal característica de la rotonda que era la gran fuente, ahora convertida en espacio de patinaje y skate. No se ha tomado ninguna decisión sobre qué hacer con la Torre Miramar. Así, Ribó la ha covertido en un caro poste publicitario donde ha colgado una lona del Valencia World Design. Y permite más grafitis sobre sus paredes, un lienzo en blanco para pintadas.

Una rotonda «maldecida»

Esta rotonda acumuló retrasos y fue la rotonda más cara de la historia de Valencia, ya que había que ejecutar la rotonda, el paso inferior y un paso por medio de la misma mediante una plataforma para las vías del tranvia. Además el túnel de slaida tenía dos ramales, uno desde la entrada por la Avenida Catalunya y otro desde la Calle Clariano.

Su coste ascendió a 24 millones de euros y se ejecutó bajo el mandado del Ministro socialista José Blanco que la inauguró en 2009. Por entonces el gobierno popular de Rita Barberá no recepcionó la obra al comprobar múltiples irregularidades. Así la jardinería existente no contaba con riego localizado para regarse, o la iluminación exterior era muy deficiente. El mismo día de la inauguración el ascensor panorámico se averió.

También pocos meses después se inundó el túnel tras unas copiosas lluvias y se descrubrió que las bombas de achique instaladas no eran las adecuadas.

Así, el gobierno municipal de Rita Barberá se negó a recepcionar la obra hasta que no se resolvieran todas las deficiencias de las obras. El tiempo pasó y el Ayuntamiento instaló farolas y colocó de mutu propio riego para los olivos.

Siete años de abandono del Gobierno de Ribó y Sandra Gómez

Llegó en 2015 el gobierno «del cambio» pero nada cambió. Es más, abandonaron completamente la rotonda, que se recepcionó en 2021, doce años después de su contsrucción. Ahora de nuevo un gobeirno socialista en Moncloa y hasta hace poco un ministro valenciano, Ábalos, que nada hizo por solucionar los problemas de la torre y de la rotonda que se fue degradando.

Las palmeras se secaron y cayeron, se desecó la fuente principal, se llenó de pintadas el espacio. Entonces una «luz alumbró a nuestro alcalde». Se le ocurrió que fuera un espacio de parkour, la rotonda más cara de Valencia reconvertida a espacio de saltos y piruetas.

Hace unos meses anunció que destinaría la rotonda a espacio de pintadas, y a actividades como parkour. Todo sin hablar con Metrovalencia, ya que la plataforma tranviaria cruza por medio, y un denso tráfico rodea la avenida. Sin parece calibrar los riesgos ha decidido hacer algo con la rotonda.

Celebración del «Miramar Urban Meet»

Y cuando no sabes qué hacer, pues te inventas un evento para echarte unas fotos. Que de paso queda muy bien en las fotos ese símbolo de modernidad del alcalde entrado en años y los jovencitos pegando saltos a su alrededor.

Hoy este espacio celebrará la“Miramar Urban Meet”, un encuentro que se ha organizado en esta rotonda, “reconvertida en un espacio abierto y funcional para colectivos de artistas y deportistas urbanos”. En palabras del alcalde, “Valencia celebra mañana que cuenta con una nueva zona de cultura urbana en la entrada de la ciudad. En la que los amantes de disciplinas como el parkour, el patinaje, la danza urbana o la skate podrán disfrutar de más 7.200 metros cuadrados que, por fin, tendrán un uso ciudadano”. “Recuperamos así un gran espacio para la ciudad que durante muchos años ha sido un símbolo del derroche del dinero público y el abandono por parte del gobierno del PP«, ha dicho Ribó, que olvida sus siete años de abandoo y que es una construcción efectuada bajo gobiernos socialistas. Igual la avanzada edad del alcalde le juega malas pasadas de memoria.