La EMT un nido de víboras y enchufismo de Compromís

La EMT un nido de víboras y enchufismo de Compromís

Lo de la EMT Valencia cada vez se parece más a una novela por capítulos propia del mejor novelista de intriga y policíaca. Lo que sabemos lo vamos conociendo por capítulos y filtraciones varias y cada vez es más sorprendente.

Un gabinete que asesora, con el cuñado de Ribó. Así todo queda en familia

El gabinete de abogados «enchufado» en la EMT para asesorar al gerente está participado al 30% por el cuñado de Ribó. El alcalde aegura que no sabía que el gabinete era participado por su cuñado en más de un 30%. «Es cosa de Grezzi» aseguró. Pero después de «enchufar» a su hija en el Ayuntamiento con una extraña baremación hece unos años, no sorprende ya lo más mínimo eso de que «todo queda en casa».

La explicación del alcalde es que en el bufete «cada abogado lleva lo suyo. Son tres abogados y mi cuñado es uno de ellos». Pero los parece que cerca de 200.000€ facturados a la EMT los firma el bufete y no un abogado. Con lo que el cuñado de Ribó saldría beneficiado en cerca de 60.000€.

Una trabajadora despedida fulminantemente como «cabeza de turco»

Una trabajadora «que asumía funciones de varios trabajadores», que fue fulminantememte despedida. Con un despido por filtrar documentos sensibles y no seguir los protocolos de la EMT. Los mismo protocolos que parece nadie sigue nunca en la cúpula de la EMT.

Una trabajadora a la que no se concedió NINGUNA presunción de inocencia, pudiendo haberla suspendido de empleo y sueldo, sin concederle margen a la duda. Un despido que suena a cabeza de turco para casi la totalidad de los valencianos. Un Compromís al que parece no importar los derechos laborales de los trabajadores.

Un despido que puede ser a todas luces, y según apuntan muchos expertos consultados, improcedente y que puede salir muy caro a la EMT, más si cabe si hay que pagarle una indemnización por el daño causado, y que no es poco.

Nadie estaba en su puesto de trabajo

El gerente, fuera del país durante más de 23 días. El señor García Alemany parece que no es la persona más indicada para dirigir una empresa que maneja más de 100 millones de euros al año. Una jefa de finanzas, María Rayón, de baja por maternidad, pero que trabajaba leyendo correos y ordenando transferencias. Pero que «no leyó» los correos informando de las transferencias desde el día 17 de septiembre. No impidió las últimas tres transferencias, según parece.

Un concejal delegado que parece «pasa una o dos veces por la EMT al mes», y que no dispone de correo electrónico en la EMT, utilizando el suyo particular de parece yahoo. Por esas prácticas continuadas, la empleada despedida no le pareció raro el mail de Grezzi.

Faltas a la verdad constantes de Grezzi sin consecuencias

Desde que no se abonaba nada de no ser con firma electrónica hasta que no había un tercer banco implicado. Todo lo que el concejal Grezzi afirma, resulta que es justo lo contrario, así que sus faltas a la verdad, conscientemente o por inutilidad para el cargo, son constantes.

Lejos de asumir cualquier responsabilidad pone el ventilador y se saca de la manga un acuerdo no tomado por el consejo. Un acuerdo de contratar una auditoría externa de la gestión de la EMT desde 2000 al 2015. ¿Buscando fantasmas del pasado para encubrir sus negligencias constantes?

Un alcalde que ocultó el robo a sus concejales y a la ciudadanía

El alcalde que ocultó todo durante cuantro días a los concejales. Pero parece que el señor Ribó lejos de dar explicaciones, siguió con su tónica de «yo es que pasaba por allí». El alcalde por miedo al concejal Grezzi quizá le compra palabra por palabra sus declaraciones propias de un película de ciencia ficción.

¿Y ahora qué hará el PSPV?

Después de la humillación de enterarse por prensa de lo sucedido y conocerse que su socio de gobierno les ocultó todo, siguen tragando saliva. Cuando mostraron la patita el revanchista Compromís les echó de la Marina y amagó con consecuencias para el PSPV. Desde la alcaldía llamaron a la mamá Oltra a que se tirara a la yugular de Chimo Puig.

Esto ya se juega en el palau de la Generalitat Valenciana, y el PSPV se va a tener que tragar sapos y culebras para que Compromís no rompa su pacto de gobierno en la Generalitat pendiente de un sólo hilo.