El chabolismo y los asentamientos siguen creciendo en la Valencia del Diseño y del «Govern de les persones»

Desde la pandemia el índice de pobreza de los valencianos y las valencianas no para su ascenso en porcentaje, lento pero ascendente. Con el alza de los precios, que se encuentran disparados hace que cada vez más familias tengan más difícil llegar a fin de mes.

Más de un 25% de la población valenciana se encuentra en un alto riesgo de pobreza, uno de cada cuatro niños se calcula que ya se encuentran en ese índice de pobreza.

Los servicios sociales de la tercera Ciudad de España hace años que se desbordaron y este mismo verano conocimos que los expedientes de ayuda de emergencia el Ayuntamiento tarda en abonarlos hasta 10 semanas. Una ayuda urgente «de emergencia» para poder comer o hacer frente a un gasto extraodinario que no podemos hacer frente, pero que el Consistorio de Ribó y Sandra Gómez parece no reconocen la urgencia, dada la lentitud del pago hasta en 10 semanas.

Los asentamientos de chabolas no paran de crecer en Valencia

Los asentamientos como el de la fotografía no paran de crecer. Éste se encuentra junto a las vias del tren entre los barrios de San marcelino y el nuevo barrio de Malilla. Un asentamiento junto a una alquería ocupada y que cada vez ocupa más terreno.

Casetas muy precarias, algunas ya obradas hasta con bloques de hormigón, aparcamiento y hasta wateres en medio de la nada. Niños y mayores conviven con montañas de suciedad, ratones, cabras, burros y gallinas.

Las personas que allí viven se dedican mayoritariamente a ir por los contenedores a recoger chatarra que luego venden. Allí se llevan electrodomésticos y otros objetos y los desvalijan para sacar el preciado metal. El resto se encuentra allí en pequñas montañas de basura que se acumulan cada vez más.

Los sin techo en Valencia

En Valencia según el último censo, más de 1.000 personas sobreviven en sus calles. Una ciudad de 700.000 habitantes que no posee un albergue municipal. Es la iniciativa privada, que encabeza la Asociación Valenciana de la Caridad la que tiene el principal recurso para hacer frente a la extrema necesidad. También Cáritas y Cruz Roja poseen recursos.

El Ayuntamiento tan sólo posee un pequeño albergue con menos de una veintena de plazas en pleno corazón de Ciutat Vella. El Gobierno municipal ha decidio dejar en manos de iniciativas privadas la ayuda a la extrema pobreza y necesidad.

El CAST y el CAI, ambos recursos del Ayuntamiento tienen el 95% de sus plazas en iniciativas privadas, Casa Caridad o pisos tutelados, donde tiene el CAI (Centro de Atenciónd e Inmigrantes) casi 250 plazas. Casi todos en recursos privados. El «govern de les persones» parece que no tiene finalmente su prioridad en rescatar personas. Los enemigos de lo privado, finalmente privatizan los recursos sociales y es la iniciativa privada el que posee estos recursos. Ribó y sandra Góemz únicamente se dedicana  firmar convenios de aportación presupuestaria a estos recursos e iniciativas privadas para «olvidarse» de estas personas y sus necesidades.