Joan Ribó presume de su programa de proximidad «Parla en Ribó» en redes sociales y le llueven las críticas denunciando la patraña

Los vecinos de Valencia ya parecen estar cansados de eslóganes electorales vacíos de contenido, y parece que tras siete años del actual gobierno, eso de la herencia recibida ya no cuela. Años de anuncios electoralistas ya tampoco cuelan a los ciudadanos que ya se han hartado de estos anuncios carentes de voluntad política.

Los «anuncios engañosos» de Joan Ribó

Joan Ribó en su cuenta de Twitter ha tenido la ocurrencia para «vender la moto» de publicar de que «si quieres hablar conmigo apúntate al programa de «parla en Ribó» y te atenderé«. Trata de presumir de transparencia, proximidad y buen gobierno. Pero la intención le ha salido justo al contrario. Las críticas de ciudadanos y colectivos no paran de crecer al alcalde.

Muchos ciudadanos le recriminan su nueva patraña y le recuerdan que nunca les ha recibido o les han derivado a otros recursos que nunca solucionaron su problema. Así que parece uno más de los compromisos incumplidos del alcalde.

El Círculo del Patrimonio le recuerda que a ellos y a la Plataforma Salvem el Metropol nunca les ha querido recibir, ni siquiera les han contestado desde este gabinete montado por el señor alcalde.

Los vecinos le recuerdan que sistemáticamente incumple su palabra en varios de los tweets.

Las irónicas respuestas municipales a los pocos elegidos a los que contestan

Una persona con movilidad reducida les recriminó el estado de algunas aceras que pueden hacer caer a personas con una visual muy reducida o personas con problemas de movilidad y la respuesta municipal es irritante:

«Se observa que las aceras están envejecias, ya que fueron ejecutadas hace 30 años aproximadamente y presentan deficiencias o desgastes propios del tiempo(…). No son observables deficiencias graves que impidan o interfieran en el tránsito».

Una respuesta que trata a las personas casi como deficientes mentales, impropias de un «govern de les persones» que ha pasado de escuchar a las personas – o eso aseguraban- a discutir con las personas.

Una discusión que le recuerda un vecino que tuvo Ribó con dos señoras en su reciente visita a la Plaza de la Reina, donde dos señoras le recriminaron el secarral y Ribó las espetó exigiendo se fueran y no molestaran…

Parece que a Ribó las críticas le molestan, las personas le molestamos y sólo atiende a afines y palmeros que le rían las gracias. Muchos de ellos estómagos agradecidos a los que Ribó subveniona con dinero público, como sus colegas de la independentista «El Micalet», una sociedad coral donde canta su propia mujer. Parece que esto al final va de colegas y enchufados, el govern «pero de sus familiares, colegas y afines» a los que rescatan.