La noche de los cristales rotos

La “noche de los cristales rotos” es conocida por la realización de una serie de ataques cometidos durante la época nazi en Alemania, y también en Austria, en la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938.  Los ciudadanos judíos sufrieron la rotura de sus escaparates. negocios, propiedades, almacenes, cementerios y sinagogas, como actos de acoso cometidos por las tropas de asalto de la SA. Mientras, las autoridades alemanas miraban hacia otro lado.

En realidad, con su inacción legitimaron, impulsaron o justificaron, la privación de la libertad de más de 30.000 ciudadanos judíos que fueron conducidos a campos de concentración. No se sabe a ciencia cierta los ciudadanos que fueron asesinados, pero las estimaciones los fijan entre 36 y 200.

  • Esta “noche de los cristales rotos” conducía a Europa hacia una situación de extrema gravedad y de vulneración sistemática de los derechos humanos.

Por desgracia, en la historia de la Humanidad hay noches que son realmente oscuras. En el caso de España, lo pudimos vivir, por ejemplo, el 23 de febrero de 1981. El intento de golpe de Estado quería revertir el régimen de libertades alcanzado con la Constitución vigente. Todavía teníamos una democracia joven.

Pero ese no ha sido el único intento de establecer un régimen de falta de libertades. Con el Estado democrático y de Derecho consolidado, y un régimen de Autonomías con un altísimo nivel de autogobierno, sufrimos un nuevo intento de golpe de Estado con el proceso secesionista catalán, que tuvo su culminación con la convocatoria del referéndum ilegal de autodeterminación de fecha de 1 de octubre de 2017. Por ese acto, y todo el proceso de insumisión frente a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico, los golpistas fueron condenados por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, entre otros aspectos, por haber cometido un delito de sedición.

  • El Estado de Derecho dio respuesta a unas conductas subversivas, exigiendo responsabilidad penal a quienes impidieron, por la fuerza, y al margen de las vías legales, la aplicación de la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico.

De igual manera, no hay que olvidar que se malversó dinero público para ponerlo al servicio de la sinrazón secesionista.

Esta semana, la noche del 24 al 25, ha tenido lugar la claudicación del sanchismo ante el chantaje de los golpistas catalanes, con el inicio de la tramitación de la reforma del Código Penal dirigida a eliminar el delito de sedición del Código Penal y convertirlo en un delito de desórdenes públicos agravados. Con nocturnidad en la votación parlamentaria, el Presidente del Gobierno de España, mira hacia otro lado para encubrir una amnistía a los golpistas y permitir que puedan volver a repetir sus conductas sin que se pueda dar una respuesta adecuada desde un punto de vista penal.

Por su parte, con desfachatez insultante, el diputado de Esquerra Republicana de Cataluña, Gabriel Rufián, ha llegado a afirmar en la sede de la soberanía popular que, con la supresión de este delito, “se ha quitado el juguete de la sedición a los jueces fascistas”. Es llamativo que los que intentaron dar un golpe de Estado y subvertir el orden constitucional llamen fascistas a los jueces. Fascismo es no respetar el régimen de libertades, y señalar, acosar y perseguir a quienes defienden el orden constitucional.

  • Desde el Gobierno y los grupos políticos que los sustentan, el discurso es estos últimos tiempos siempre es el mismo.

El Poder Judicial, que es nuestro garante del régimen de libertades, recibe de manera sistemática los insultos y el acoso de los radicales, populistas y excluyentes.

En realidad, con la supresión del delito de sedición, el Estado está permitiendo que los golpistas se rearmen y preparen un nuevo asalto al régimen de libertades consagrado constitucionalmente.

Los “cristales que se rompan” cuando se intente de nuevo a la integridad territorial de España, no podrán perseguirse adecuada y eficazmente. Se atacarán escaparates, se quemarán contenedores, se cortarán las grandes vías de ciudades, se impedirá el acceso a aeropuertos, y lo que es peor, se pretenderá dejar sin eficacia la libertad y la igualdad en Cataluña, y, sin embargo, no habrá instrumentos penales para perseguir a quienes estén detrás de todas esas actuaciones.

Rufián sostiene que los jueces han perdido su juguete. En realidad, los sediciosos han conseguido que la madrugada del 24 al 25 de noviembre de 2022 pase a ser una de las noches más oscuras de la historia democrática de España. El sanchismo ha permitido que se “rompan los cristales” que protegen la Constitución y el régimen de libertades.

Por cierto, la propuesta de reforma salió adelante con el voto a favor de 187 diputados, y 155 en contra. Curiosamente, ese número es el del artículo de la Constitución que tuvo que aplicarse en su día para frenar el golpe de Estado en Cataluña.