Enrique Arias Vega: La conciencia de José Luis Ábalos
Cuando fue echado del PSOE, el ex ministro José Luis Ábalos se pasó al grupo mixto para no perder su acta de diputado. Aun así, dijo que seguiría votando según las directrices del Partido Socialista. Ahora, como represalia por la auditoría de Transportes durante su gestión ministerial, ha amenazado con “votar en conciencia”.
No recuerdo ningún reconocimiento tan explícito de algún diputado de que su voto en el Congreso a veces —muchas, según parece— no coincidía con lo que le dictaba su conciencia. O sea, que el alma de nuestros representantes está llena de claroscuros y que la verdad y la honradez son para ellos conceptos relativos.
No entro aquí a discutir si Ábalos se siente particularmente amenazado por la auditoría y por todo lo que tiene que ver con el caso Koldo. Carezco de elementos de juicio y eso se dilucidará en su día. Pero sí quiero pararme un minuto a hablar sobre la conciencia de nuestros diputados.
En un sistema proporcional como el de España, con listas de candidatos por partidos en cada circunscripción, una vez éstos salen elegidos votan siempre según las órdenes de su formación, no vayan a ser excluidos la próxima vez de las listas. Sólo en países como Gran Bretaña, con multitud de circunscripciones donde sólo se presenta un candidato por cada partido, quien sale elegido se siente responsable ante sus electores más bien que ante su formación. De ahí la importancia de la conciencia del representante político, puesta en juego en cada votación.
Aquí, en cambio, seguramente esa conciencia les llevaría a muchos, por ejemplo, a no haber votado en favor de la ley de amnistía, pero, claro, ya hemos visto que se vota al margen e incluso en contra de dicha conciencia.
A contracorriente
Enrique Arias Vega