Josep Carles Laínez ¿ Qué lengua para Europa?

Josep Carles Laínez ¿ Qué lengua para Europa?

La salida del Reino Unido de la Unión Europea el pasado 31 de enero de 2020, con un periodo de transición que ha durado hasta 2021, debería haber supuesto una modificación del número de lenguas oficiales en el seno de la institución. Sin embargo, el inglés sigue siendo oficial cuando ningún otro país lo inscribió como propia, pues Malta o Irlanda antepusieron, obviamente, el maltés y el gaélico irlandés.

  • Paradójica situación, por ende: en la UE, todavía se usa un idioma ajeno a los países que la conforman.

¿Hemos de sucumbir de modo definitivo a la preeminencia del inglés, en un momento idóneo para realizar cambios definitivos y positivos?

El problema, empero, se duplica: por un lado, la falta de lógica de mantener el inglés en tanto lengua de la UE, pues hasta cierto punto supone una relativa humillación; y, por otro, la necesidad de dotar a sus instituciones –y, por qué no, al resto de países de Europa– de una lengua neutra, que para dominarla se requiriera un período de tiempo brevísimo, que de forma pasiva la comprensión alcanzara el 90 % sin previo aprendizaje, y con obvias ventajas económicas, de comunicación e identitarias.

  • Aunque la cuestión de una lengua internacional de comunicación viene de lejos

(Umberto Eco dedicó un extraordinario libro a ello), hasta el siglo XIX no se crearon los primeros idiomas artificiales, entre ellos el volapuk (dado a conocer en 1879 por el sacerdote Johann Martin Schleyer) y, sobre todo, el esperanto, ideado y difundido a partir de 1887 por L. L. Zamenhof. Ya en el siglo XX, se añadirían a éstos otros creados ex novo (latino sine flexione, novial, interglossa…) o revisiones de alguno de ellos (el glosa desde interglossa, o el ido desde el esperanto).

Por desgracia, el destino de la mayoría fue la desaparición o, con el auge de las nuevas tecnologías, su mantenimiento por un puñado de usuarios. Por supuesto, a esas lenguas, inventadas en principio para servir de herramienta de comunicación entre hablantes de diferentes países, y partiendo del principio de neutralidad lingüística, se han añadido otras, e incluso algunas creadas dentro de ficciones narrativas o audiovisuales (el élfico de J. R. R. Tolkien, o el klingon de la saga Star Trek).

De todas las mencionadas, solo el esperanto continúa con un número altísimo de hablantes, con una trayectoria ya en tres siglos, y con una importante nómina de escritores, lo que la convierte, con independencia de su falta de consolidación como vehículo comunicativo internacional, en una lengua de cultura cuya producción carecería de sentido desestimarla.

Oficializar alguna de estas creaciones sería una apuesta arriesgada para cualquier institución, pues frente al conocimiento del inglés de los representantes en la UE (aunque, en muchos casos, sea irrisorio), “reciclarse” en esperanto supondría mucho tiempo, y no estarían en condiciones de entender un texto en una primera lectura.

No obstante, una lengua en concreto no supone para ningún hablante de una variedad románica esfuerzo alguno de comprensión oral y escrita (en Europa, se trata de una cifra de más de doscientos millones de personas; y, en todo el mundo, de más de setecientos millones), cuyas reglas gramaticales caben en un folio, y cuyo vocabulario está extraído del léxico internacional, procedente del latín y del griego, presente en francés, italiano, español/portugués e inglés.

  • Se trata de la llamada interlingua, impulsada en 1951 por el lexicógrafo alemán Alexander Gode, y creada por él mismo con la colaboración de lingüistas y entusiastas los años anteriores.

En la actualidad, está regida por la Union Mundial pro Interlingua, presidida por Madeleine Mahé, interlingüista de segunda generación, y ha gozado de continuidad durante estos setenta años de vida, con alcance internacional, y, en su primera etapa, de prestigio entre publicaciones científicas de Europa y América. En ella, además de folletos, libros y publicaciones electrónicas, se edita la revista bimestral Panorama de Interlingua, dirigida Thomas Breinstrup, redactor del influyente diario danés Berlingske. Dispone asimismo de interfaz en Google y de la propia Wikipedia, con más de 20.000 páginas de contenido. Su comprensión es inmediata, y la presencia de palabras latinas (hic, ubi, sed, etiam…) llega a producirnos, a los hablantes de una lengua romance fascinados con Roma, un placer especial…

  • ¿Se podría oficializar interlingua en la UE?

Es difícil, pero estamos demasiado acostumbrados los europeos a que decisiones que afectan de modo total a nuestras vidas se tomen de la noche a la mañana, y casi manu militari. En este sentido, solo cabe una honda reflexión por parte de los políticos para que se convenzan de la idoneidad de convertir interlingua –este latín facilitado– en oficial en la UE: dispone de un corpus escrito relativamente amplio (obras literarias originales, y traducciones de clásicos); y, lo esencial, enlaza con la lengua de cultura de Europa hasta el siglo XVI, si no más. En este sentido, interlingua se asemeja a un neolatín o a un panromance; por ello, sorprende y a la vez alegra que en los países nórdicos haya tenido y tenga una mayor presencia.

  • Sin ningún Estado que reclame el inglés como idioma de las instituciones europeas, carece de lógica priorizarlo y utilizarlo de lingua franca oficiosa.

La opción de interlingua, si alguien desea enfrentarse al hecho de la facilidad de comunicación que supondría, es la más plausible, y, barriendo para casa, nos convendría: frente a lo extranjero del inglés, un hispanófono o valencianófono no puede dejar de ver en interlingua una variedad, mucho más sencilla, de su propia lengua.

Para acabar, y para quien no conozca cómo suena, transcribo la salutación de San Pablo en su Epístola a los romanos en traducción del teólogo suizo Paolo Castellina: “Paulo, servo de Jesus Christo, appellate a esser apostolo, appartate pro le Evangelio de Deo, que ille habeva promittite per su prophetas in le Sancte Scripturas, concernente su Filio, qui nasceva del descendentia de David secundo le carne, qui esseva declarate Filio de Deo con potentia secundo le Spirito Sancte per su resurrection del mortos, Jesus Christo, nostre Senior. Per le medio de ille nos recipeva le gratia e le apostolato pro promover le obedientia del fide in tote le nationes pro amor de su nomine. Vos alsi es inter illes, appellate a pertiner a Jesus Christo. A tote le amate de Deo qui es in Roma, appellate a esser sancte: Gratia e pace a vos de Deo nostre Patre e le Senior Jesus Christo!”.