José María Llanos: «La Inseguridad de Chimo Puig»

La Inseguridad de Chimo Puig

Cuando llegué a Valencia hace más de tres décadas, me encontré con una ciudad oscura; gobernaba el PSOE. Pasó una década y Valencia empezó a tener la luz del Mediterráneo, esa que siempre le correspondió. Hoy Valencia vuelve a estar bajo la nube gris de lo incierto, lo inseguro, por no hablar de lo sucio.

  • Llama poderosamente la atención que diga el Sr. Puig, y también Ribó: “Valencia es una ciudad segura”.

Supongo que se refieren a Valencia de Alcántara o deben estar fuera de Valencia los fines de semana y fiestas de guardar, porque en nuestras calles se extrema la violencia y nos encontramos con reyertas, tirones, droga, agresiones sexuales, peleas entre bandas, botellones violentos, ataques al patrimonio cultural, okupaciones ilegales.

Y no lo digo yo; lo dice Grande-Marlaska en el Informe sobre el balance de criminalidad en la ciudad de Valencia, que se incrementó el pasado año en un 14%, y respecto de 2019 (con la pandemia de por medio) en un 24.8%.

  • Probablemente cree el Sr. Puig que, negando la mayor, los valencianos no nos vamos a enterar, cuando en realidad lo estamos sufriendo todos los días en nuestras calles, en nuestros barrios y en nuestras casas.

Hoy es más peligroso que nunca ir por Valencia, pero sobre todo a ciertas horas, con una luz tenue casi en penumbra, para no provocar “contaminación lumínica”, olvidando que lo más importante es que la luz sirva para la salvaguarda de las personas. Esta es la inseguridad del Sr. Puig y del gobierno, y del Sr, Ribo, desde el peor consistorio que ha tenido Valencia, en una ciudad que ha convertido, y hasta retorcido por su extravagancia urbanística, en una ciudad oprimida, estrangulada, exhausta e insegura.

Estas características han ramificado por toda nuestra Comunidad en una agresión sin precedentes contra la agricultura, contra el medioambiente -con una absoluta incompetencia en la prevención y extinción de incendios que han asolado el interior en zonas de Castellón, Valencia y Alicante-, y contra el mayor puerto del Mediterráneo que tenemos en Valencia.

  • Y cuando desde VOX denunciamos esta situación caótica en la que nos encontramos, se nos dice que generamos miedo.

Pero no se puede esconder la cabeza bajo tierra, como el avestruz y como el Sr. Puig, o bajo una ideología barata, y subvencionar a medios de comunicación con el dinero de los valencianos, para que echen balones fuera y hablen de otras cosas: parece que el hermano de Puig con sus causas penales no existe, el caso Oltra tampoco, el Tito Berni más de lo mismo, y los casos de corrupción que salpican a la izquierda “deben” de ser inventados.

El Sr. Puig pone cara amable, pero sus dos legislaturas de gobierno han sido pura política de propaganda y de reparto de miseria, siendo el máximo responsable de una inseguridad creciente y a la que no dan solución: porque no saben y porque no quieren.

  • La policía está decepcionada, está cansada de que a un Juzgado de Guardia lleven a un detenido con 132 detenciones anteriores, y se le ponga en la calle nuevamente

Está hastiada de no poder concluir sus cursos de formación, porque el IVASPE no paga a sus profesores, y no se imparten los cursos; se siente impotente y desesperada porque los compañeros del Sr. Puig en el Gobierno de España han soltado a cientos de violadores y se han reducido drásticamente las penas a miles de agresores sexuales por una ley del “sólo sí es sí” que persigue a las mujeres; y cuando la reforman con la complicidad del PP, no cambia nada.

  • Algunos creemos que con el Código Penal y endureciendo las penas a los agresores sexuales, se evitarían delitos; pero parece que la “ministre” Montero y el jefe de Puig, el Sr. Sánchez, opinan de otra manera, para que nada cambie.

Esta inseguridad no queda aquí. Está inseguro quien no tiene soluciones rápidas y eficaces por parte de la administración, que cada vez pone más palos en las ruedas y les pone trabas administrativas cada vez mayores. Tampoco lo digo yo; lo dicen los autónomos, los comerciantes, nuestro campo, nuestra pesca, nuestra ganadería, nuestra industria, quienes quieren abrir una empresa o pedir una licencia.

Y la inseguridad también lo es en la educación, cuando se miente sobre la historia, o se nos pretende imponer un catalanismo trasnochado, creando organismos pagados por todos para controlar a los ciudadanos y que más que ayudar, pretenden someternos -como la oficina de derechos lingüísticos que persigue al que no claudica-.

Es la inseguridad que deriva de la constante tesis de la izquierda de generar la confrontación, único clima en el que la izquierda puede mantener su vacuo discurso: se les acabó hace más de un siglo la lucha de clases, y tienen que inventarse la lucha de sexos, la lucha del clima, la lucha de la lengua, la lucha de la historia. Es la crispación que le interesaba tanto a Zapatero.

  • Y también hay inseguridad en la sanidad, con listas de espera quirúrgicas de 73.000 pacientes

No sabemos cuántos de ellos pendientes de una operación de urgencia; o con la centralización de los CICU provinciales en un único centro autonómico tan eficaz que en lugar de remitir a una urgencia una ambulancia que está a diez minutos, envía un servicio que está a una hora y el paciente fallece por el retraso; o con nuestros facultativos que tienen que irse al extranjero porque es imposible trabajar en España y mucho menos en la Comunidad Valenciana.

Vivimos en la total inseguridad, y esto sólo tiene dos caminos: o seguimos con el Sr. Puig que con una sonrisa oculta un plan de destrucción de una sociedad que quiere prosperar y proyectarse en el futuro; o defendemos la única alternativa, VOX, que nunca fue unas siglas sino una esperanza y una palabra con todo su contenido: la voz de los ciudadanos, de sus familias, de nuestros niños y ancianos, de nuestros autónomos, trabajadores y pequeñas empresas, abocados a la ruina por gobiernos parásitos de izquierda cuya única gestión del dinero de todos es asegurarse su bolsa y estrujar la vaca hasta dejarla en los huesos, para que luego vengamos nosotros a engordarla. Cuando antes, mejor; y si es ya, aún podremos salvarnos.

Como dice un buen amigo: “no puede acceder a la verdad quien no piensa por sí mismo”. ¡Cuánta razón!

(José María Llanos, Diputado Autonómico de VOX)