Fernando de Rosa: “España al revés”

Fernando de Rosa: “España al revés”

La locución adverbial “al revés”, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, significa “al contrario” o que está “invertido el orden regular”.

Dicha locución me ha venido a la cabeza al ver al presidente del Gobierno en actos oficiales, por segunda vez, junto a la bandera nacional boca abajo.

  • Recordará el lector que la primera afrenta a nuestra bandera se produjo con ocasión de la visita de Pedro Sánchez a Marruecos.

A principios del mes de abril, el presidente acudió a una cena junto con el rey de Marruecos para sellar la nueva etapa de las relaciones entre las dos naciones tras el sorprendente viraje político sobre el futuro del Sáhara. Al fondo, y tras el presidente Sánchez, la bandera de España estaba mal puesta, boca abajo El Ministro español de Exteriores quitó importancia al hecho, diciendo que había sido un “error” y que los servicios de protocolo español no revisaron la estancia.

Esta semana, en la sesión de inicio de la cumbre de la OTAN en la ciudad de Madrid, Pedro Sánchez intervino teniendo delante la bandera nacional al revés. De nuevo, el gabinete de presidencia ha intentado quitar hierro al asunto diciendo que el protocolo de instalación de las banderas, era responsabilidad de la OTAN.

Me preocupan mucho estos llamados “errores protocolarios”, pues transmiten el mensaje de menosprecio a nuestra bandera y, en definitiva, a nuestra nación. Me resisto a creer que el sinfín de asesores y enchufados del gabinete de presidencia sean incapaces de detectar esos desatinos, y antes de que tenga lugar la intervención del presidente, exigir que la bandera sea colocada como es debida. Que no tengan la responsabilidad de colocar las banderas como se ha dicho con ocasión del error en la cumbre de la OTAN, no les exime de su responsabilidad de velar porque todo esté bien. Deben cumplir con sus obligaciones, y si no lo hacen, es por uno de estos dos motivos: ineptitud o falta de voluntad.

  • Por otro lado, me genera mucha preocupación que el presidente del Gobierno tolere, por segunda vez y en tan poco lapso de tiempo, que la bandera no esté colocada como es debido.

Es algo que salta a la vista, perceptible de manera inmediata. Él está al frente del Gobierno y si cumpliera con el compromiso asumido con los españoles y españolas, debería haber manifestado su malestar ante las situaciones descritas, y exigir su corrección sin mirar hacia otro lado, como es habitual en él.

En el lenguaje bélico izar al revés la bandera de una plaza es significado de que la misma ha sido tomada, que ya no es hostil, que el enemigo ha sido derrotado. El asalto a esa plaza se ha consumado y al vencido se le menosprecia izando su enseña al revés.

Pues bien, no está de más recordar que el gobierno social-comunista comenzó su asalto a las instituciones del Estado desde que llegaron al poder. Así inauguraron ese movimiento con la designación de Dolores Delgado como Fiscal General del Estrado, asumiendo la función de delegada política del Gobierno en la Justicia. De igual manera, asistimos a la negativa del Gobierno a modificar el sistema de selección de los vocales del Consejo General del Poder Judicial para que sean los mismos jueces y magistrados los que los elijan.

La destitución fulminante de la directora del Centro Nacional de Inteligencia para contentar a los socios nacionalistas y excluyentes, fue otro hito destacar en este proceso de toma de las instituciones del Estado y de rendición ante los que quieren destruir España y ponerla al revés.

Tras el fracaso estrepitoso de los partidos de izquierda en las elecciones autonómicas de Andalucía, el asalto institucional se ha intensificado, adquiriendo una virulencia muy preocupante: la dimisión del director del Instituto Nacional de Estadística, el intento de control de Indra, la compañía encargada de los escrutinios electorales, el proyecto de reforma exprés y por la puerta de atrás, para controlar el Tribunal Constitucional, son claras muestras de este proceso.

  • Cuando algo está al revés, se invierte el orden regular.

Ese orden se trastocó desde que los social-comunistas están en el poder y sus socios preferentes son los de Esquerra y los batasunos, cuyo objetivo primordial es “doblegar” el orden constitucional. Saben que su ciclo se acerca a su fin, van a realizar lo indecible para intentar seguir en el poder, aunque sea atacando todas las instituciones. Llega el momento en que el Partido Popular tendrá que poner de nuevo España en pie, trabajando al servicio de bien común y levantando la bandera de la concordia y la convivencia en paz, con respeto a loa valores constitucionales