Fernando de Rosa “El insensible y frio gobierno del botánico”

Fernando de Rosa “El insensible y frio gobierno del botánico”

Por desgracia, una semana más tengo que hacer referencia a la grave situación médico-sanitaria que atraviesa la Comunitat Valenciana. Seguimos a la cabeza de toda España, en datos de infección, presión hospitalaria y fallecimientos. Esta semana que cerramos hemos superado la barrera de más de 100 fallecimientos diarios. Mientras, el Gobierno del Botànic sigue a lo suyo, ajeno a todo el sufrimiento que está generando esta pandemia. Su frialdad y falta de empatía con la sociedad valenciana es realmente preocupante.

La Consellera de Sanitat es incapaz de hacer frente a esta situación, y uno tras otro, se encadenan sus errores. Su incompetencia en la campaña de vacunación contra la Covid-19 se evidenció al detectarse la vacunación irregular de al menos 62 personas, entre ellas, 10 cargos públicos.

Lejos de responder por sus errores, esta semana ha ordenado el cese de la Directora de Salud Pública por haber reconocido en un informe que la Conselleria no dio instrucciones para el caso de que hubiera dosis sobrantes de las vacunas.

Es triste, pero, sobre todo, indignante, que la Consellera Barceló (PSPV), junto con su Secretaria Autonómica de Salud (Compromís), anden ocultando la verdad, en vez de reconocer los errores y corregirlos.

A la incompetencia en la gestión, hay que sumar la falta de transparencia. ¿Qué explicación puede darse al desfase en el número de fallecimientos entre los datos que ofrece la Conselleria y el Ministerio de Sanidad? Esta pregunta no tiene ninguna respuesta aceptable. La pandemia de la Covid-19 ha sacado a la luz otro virus que infecta a la izquierda en España: ocultar la verdad o manipularla. El Ministerio que hasta hace poco gestionaba el “candidato Illa” y a la Consellleria de Sanitat están infectados por ese virus y la única vacuna posible es la decencia democrática.

Por desgracia, la gestión sanitaria de la Comunitat es como un iceberg a la deriva al que hay que sumar las chapuzas e irregularidades en la construcción de los hospitales de campaña, o las malas condiciones en las que parece que se encuentran las instalaciones del antiguo hospital de la Fe y que la Fiscalía ya está investigando. A su vez, mientras los pacientes son desalojados del hospital de campaña por sus deficiencias, instalaciones estables como Feria Valencia, son destinadas a almacenar residuos hospitalarios de la Covid.

El President Puig, como siempre, sigue sin estar al mando.

En una semana realmente preocupante para nuestra Comunitat, sus “grandes” medidas han sido hacerse autobombo o tocarle el bombo, como si de un animador de competencia deportiva se tratara, al candidato Illa. A la ciudadanía se le pide que evite la movilidad y que restrinja al máximo sus desplazamientos.

Sin embargo, Puig acude a Elche para hacerse la foto con el Presidente Sánchez y el Ministro Ábalos, con ocasión del nuevo trazado a alta velocidad que conectará las ciudades de Elche y Orihuela con Madrid. Mientras los hospitales valencianos están al borde del colapso, lo que le importa a Puig es apoyar al candidato Illa para que haga en Cataluña lo que Puig ha hecho en Valencia ¡cómo si no tuvieran bastante ya con el azote del independentismo!

Al drama sanitario, hay que sumar el social y sanitario. Hay muchos sectores que siguen agonizando, como la hostelería, turismo, restauración o el de los gimnasios y centros de entrenamiento que esta semana se manifestaron ante el Palau de la Generalitat.

El gobierno del Botànic no tiene dinero para ayudas directas, ni tampoco, la sensibilidad necesaria para reducir la fiscalidad que grava a estos sectores.

Sin embargo, hay dinero para que el Vicepresidente Martínez Dalmau nombre como asesora en Vivienda a una jueza chavista. Es enfermiza la admiración de los podemitas con el chavismo que tanto sufrimiento causa en el país hermano de Venezuela. Chavismo es sinónimo de pobreza económica y democrática. Tristemente es a lo que nos está conduciendo la gestión de la izquierda valenciana.

Por su parte, la Vicepresidenta Oltra sigue desaparecida y guardando silencio ante las irregularidades cometidas por miembros de su partido. Me refiero a la fiesta organizada en su casa, por el alcalde de Catarroja, que tiene la desfachatez de afirmar que incumplir las normas sanitarias que a todos nos vinculan, en su caso, “es un asunto personal que nada tiene que ver con la vida política”.

Un gran iceberg chocó contra el Titanic y fue la causa de su hundimiento. La nefasta gestión del gobierno del Botànic, está generando que la sanidad y la economía valenciana hagan aguas. Puig, Oltra y Dalmau viven felices en sus camarotes de lujo, mientras el agua entra a borbotones y sin ser conscientes de que la frialdad de su gestión, se les llevará por delante.

  • Fernando de Rosa, Senador del Partido Popular por Valencia