La ciudad de Valencia ha pasado la noche bajo alerta roja por lluvias sin que se produjeran incidencias de gravedad. Las instalaciones municipales funcionaron con normalidad y permitieron mantener abiertos todos los pasos inferiores, evitando problemas de circulación.
Los depósitos de tormentas trabajaron a pleno rendimiento: los de Eugenia Vinyes y Pedanía del Saler alcanzaron su capacidad máxima, mientras que en La Torre el primer tanque se llenó y el segundo fue vaciado al cauce del río mediante bombeo. Paralelamente, los colectores pluviales de zonas sensibles como Malvarrosa/Vera, Nazaret, Marcos Sopena, Pedanía del Saler, Perellonet y Doctor Lluch se activaron en “modo lluvia” para acelerar el drenaje. La estación de Cano Molinera se mantuvo en nivel medio de acequia, sin complicaciones destacables.
La situación en las carreteras tampoco presentó grandes problemas, aunque en la V-30 fue necesaria la señalización por acumulación de agua a la altura de la salida Benetússer–Catarroja.
Mayores incidencias
Las mayores incidencias estuvieron relacionadas con la caída de árboles y ramas, que afectaron a varios puntos de la ciudad:
-
En Marqués de Zenete, un vehículo resultó dañado.
-
En José María Montes Lerma, un árbol cayó sobre un coche.
-
En la confluencia de Sorni y Conde Salvatierra, otro ejemplar quedó tendido en la vía pública.
-
En Floresta 25, se registró un nuevo desplome.
Fuera del núcleo urbano, la incidencia más seria se produjo en Castellar, donde el forjado cercano a la fachada de una vivienda colapsó. Los bomberos desalojaron a un matrimonio, que fue realojado en casa de familiares.
En total, los bomberos de Valencia atendieron 70 servicios desde el inicio del episodio de lluvias intensas.