Las privatizaciones culturales de Compromís en Valencia

La Cultura de las privatizaciones o gestión privada que tanto ataca Comrpomís en Sanidad es la misma que efectúa para los recintos culturales en Valencia.

Salas como Bombas Gens y otros recintos públicos culturales ya son gestionados por empresas privadas. Ahora el Departamento de Gloria Tello estudia estas fórmulas de «gestión privada» para espacios como el de las Naves Ribes del Parque Central, en Escorchador o incluso cetos culturales como el de la Calle de la Reina.

Una gestión «externalizada» o privatizada a empresas que evita la gestión directa de los recursos públicos. Es una tónica constante que los departamentos que dirige Tello se quejen de falta de presupuesto, como el de Patrimonio, pero por contra se gasten ingentes cantidades de dinero en hechos puntuales y concretos como fue la de la colocación del polémico monolito del 15M o la exposición y libro conmemorativo. Un coste de más de 25.000€ asumido desde Patrimonio.

El Chalet de Abben Al Abbar

comparativa de antes y después de los cupulines «reinventados»

Una de las grande polémicas es el Chalet de Abben Al Abbar, después del retraso por la invención de sus cúpulas traseras éstas fueron de nuevo derruídas y serán reconstruídas nuevamente con un coste sobre las arcas privadas. El Ayuntamiento permitió que estos torreones o palomares que eran el elemento más caractaerístico de la edificación se derruyeran y cambiaran de forma y de elemento. inventando uno nuevo. Ahora habrá un sobrecoste por esta invención que ha tenido que ser derruída y vuelta a construir, todo recaerá sobre el presupuesto municipal.

Pero la gran pregunta es para qué servirá este edificio que consta de dos plantas y cada una de ellas de poco más de 300 metros cuadrados. A los vecinos se les indicó que sería un lugar para los vecinos y las asociaciones veciales. Pero Gloria Tello aseguró que cuando las obras estén finalizadas allí estará la sede de la Fundación Municipal de Cine que organiza la Mostra de Valencia. Ahora se plantea un uso mixto, donde quepan estas instalaciones y el resto, presumiblemente la planta beja sea gestionada por una nueva empresa privada.