Siempre se ha dicho que la mejor defensa es un ataque y la concejal Gloria Tello lo tiene muy asumido. Después de su mala educación y sus insultos por redes sociales ahora tocaba buscar un nuevo culpable para la vergonzosa situación que atraviesa la Banda Municipal de Valencia.
Como concejal a cuyo cargo está el Palau de la Música y la banda municipal su total incapacidad ha quedado demostrada después de más de dos años desencuentros con los profesores y profesoras de la Banda Municipal.
La concejal cuyos estudios musicales son inexistentes, igual que inexistente sus estudios sobre veterinaria para ser la concejal de bienestar animal, se permite insultar y ahora culpabilizar al PP que gobernó hasta 2015 de “no comprar instrumentos”.
A Gloria parece se le olvida que lleva 8 años al frente de la concejalía y que ha sido competencia suya solventar los problemas.
Sobre las peticiones de los profesores Gloria asegura que o están solucionadas o en vías
La concejal Gloria Tello asegura que una de las exigencias de los profesores era cesar al director musical. “Ya lo he hecho”. Pero de nuevo la memoria le juzga una mala pesada, una lengua viperina, pero una memoria muy corta. Se olvida la concejal del puesto de Jefatura de Servicio diseñado casi como un traje para este personaje, que entró como director en la Banda sin parece tener la capacitación necesaria, tanto que ella es de exigir estudios a los demás. Un nombramiento a dedo y el diseño de una plaza a dedo y como un traje.
¿Enchufismo y amiguismo de la dirigente de Compromís?. Pues juzguen ustedes a la vista de los hechos.
En cuanto a la acusación de que muchos de los profesores han de utilizar sus propios instrumentos porque los municipales están rotos o en mal estado, la concejal asegura que “es culpa del PP”. Una huida hacia adelante para no mostrar su completa incompetencia en gestión, y sin un atisbo de reflexión.
Por último asegura que las vacantes “he pedido a personal que las cubra”. Señalando ahora a Luisa Notario, compañera de gobierno y de partido, para de nuevo repartir la culpa a todos menos a ella misma y su nefasta gestión.
No ha querido valorar la falta de equipaciones ni su negativa a reunirse con los legítimos representantes de sus trabajadores, los representantes sindicales. Una negativa contra los derechos laborales de las personas de la que se autodenomina como socialista y progresista pero que ataca a los trabajadores y parece que los margina y perjudica de forma consciente en una pataleta propia de un niño pequeño. Parece que la madurez mental no es una característica de esta concejal.
