La miseria y la basura se cronifica en Malilla junto a las vias del tren en la Valencia del Diseño que abandona su periferia

Valencia sigue vendiendo imagen internacional de diseño, pero la Ciudad cada vez está más lejos de la excelencia y más cerca de la degradación.

Desde hace meses, en ValenciaNews nos estamos fijando en el total abandono municipal de los barrios de la ciudad, especialmente de la periferia. Joan Ribó y Compromís Valencia redoblan esfuerzos en sus caladeros de votos como es Benimaclet y el PSPV en Torrefiel, pero la realidad es que mucho hablar de huerta y de sostenibilidad pero abandonan aquellas zonas periféricas que podrían albergar campos de huerta.

El caso que hoy nos vuelve a ocupar es el de la zona de Mailla, junto a las vías de Renfe de entrada de la Ciudad. La miseria y la degradación se acumula y engrandece cada día, dando una imagen de abandono total a una Ciudad que vende su diseño y excelencia, pero muestra su miseria y abandono.

Junto al nuevo barrio de Malilla crecen los vertederos ilegales

Junto a un nuevo barrio en Malilla, flanqueado por las vías del tren de Barcelona por el Norte y el resto de vías de Renfe por el Oeste, hay una zona donde cada vez hay más residuos urbanos. Los restos de derribo escampan y cada mes se acumulan más y más montones de restos de obras desde hace más de un año. Unos vertederos incontrolados que ya en verano pasado produjeron algún susto en forma de incendio de matorral.

El Ayuntamiento consciente, lejos de actuar sigue en estado de inacción y parece ha abandonado la zona a su suerte. Con lo que cada semana aumenta la superfície con montones de escombros.

Al otro lado el asentamiento ilegal se amplía y se llena de suciedad

Justo al otro lado de la vía, si miramos vemos una vieja alquería abandonada y cucho techo hace años que cedió, con ventanas  cegadas, pero así ocupada. Junto a ella lleva años un asentamiento de chabolas, con presencia de cabras, burros, gallinas, y menores que conviven junto a montañas de desperdicios.

Un asentamiento que poco a poco amplía sus tenderetes, que parece ocupado por rumanos de los que recogen chatarra. Una chatarra que los restos que no utilizan los tiran allí mismo, junto a sus infraviviendas de plásticos y pales. Un lugar donde hay furgonetas y coches, pero también niños de corta edad.

Aquí tenemos de nuevo la sensación de abandono, según parece los servicios sociales ya tienen catalogado y controlado el asentamiento, pero ni se actúa para limpiar las montañas de suciedad, ni se les da una solución.

Política para las personas: abandono de las mismas por parte de Ribó y de Sandra Gómez

Quizá es hora de recordar al Ayuntamiento además la ausencia de un albergue municipal, ya que Casa Caridad es un recurso privado. Tanto el CAST como el CAI municipal se nutren de plazas de organismos privados conveniados con ellos. Sólo en épocas de gravedad se abren los Casales de esplai del Saler y Rocafort, muy alejados del núcleo urbano, donde indigentes y sin techo dada la inaccesibilidad de los mismos y su lejanía del núcleo urbano no suelen acudir.

Un sólo recurso, en Ciutat Vella con menos de 20 plazas es la respuesta municipal a una población de más de 750.000 habitantes.