El mal gobierno y el odio pagado con dinero público desde el Ajuntament de Valencia gracias a Ribó y Sandra Gómez

Siempre hay una excepción para la regla general, y cuando Joan Ribó se referiere a la transparencia y el buen gobierno, la excepción a la regla la tiene en su propio partido con la concejal Gloria Tello.

Las polémicas no cesan a su alrededor y parece que su incompetencia abunda allí donde dirige un área. La última polémica la protagoniza esta misma semana.

La pérdida de otra subvención, esta vez para la Lonja de más de 50.000€

Esta semana hemos sabido por la oposición de la pérdida de varias subvenciones para la Lonja de la Seda, edificio patrimonio de la Humanidad. Concretamente era para carpintería exterior, dañada por el efecto del sol y las lluvias. Un par de subvenciones relativamente pequeñas para el estado pero que se han perdido otra vez por no justificarlas o simplemente por no aportar la información requerida. Todo un ejemplo de gestión de la concejal.

Pero lejos de dar explicaciones, la concejal ha dejado ver otra vez su mal gusto, eso sí esta vez no ha sacado a relucir su lengua viperina que hace gala de su mala educación.

«No se puede hablar de que se ha perdido una subvención que no se ha llegado a conceder al Ajuntament de Valencia, no estamos hablando de que se tenga que devolver una subvención que nos han dado»

Toda una declaración de intenciones que deja entrever el nivel de la concejal.

Una concejal que huye de las preguntas

¿Cómo definir a una concejal que cuándo su grupo municipal atiende a los medios y preguntas en algo relacionado con sus competencias huye?. Se esconde para no responder. las caras de sus compañeros de partido son un poema, y siempre se escucha eso de que «Es Gloria Tello»

¿Cómo contrastar con una concejal que no pisa su despacho y que ha cambiado hasta en tres ocasiones de asesor?.

Lo más difícil todavía, una concejal que se pasa la semana entre galas, eventos, viajes sin sentido y que no atiende más que a los medios que previas campañas de publicidad muy generosas, le ríen las gracias o su relato del mundo de yuppie.

Alguien debería explicar a los gobernantes, que parte de su trabajo es atender a los medios de comunicación. Ellos cobran un suelo público y han de dar explicaciones de sus funciones públicas. Unas explicaciones que no sólo no se dan, sino que se ataca personalmente a los medios que le piden explicaciones.

Ataques a la libertad de prensa

Los ataques personales a uno por ejercer su función de trabajo tiene un nombre, y es delito. Pero esta concejal de lengua viperina y dedo fácil en twitter ya acusó al Círculo del Patrimonio de «ladrar por le patrimonio». Llamar perro a alguien por defender el patrimonio de todos, define muy claramente a la persona. Por una parte utiliza los ladridos de forma despectiva, con lo que no debería ser concejal de bienestar animal. por otra define su educación y respeto hacia las personas, «el buen gobierno de Compromís».

Acusar de un delito a alguien por ejercer su trabajo denota odio y destila mala educación. Señalar a alguien para que otros ejerzan violencia contra esa persona es seguir los pasos del terrorismo de ETA, es ser heredera de la kaleborroca y del odio hacia los demás por su ideología. Un mal gobierno y una mal ejemplo.

Llamar «medio basura» a un medio legalmente constituido y con 10 años de trabajo a sus espaldas es como negar campañas institucionales que le tocan según la ley de publicidad institucional, un mal ejemplo y un delito contra la libertad de prensa y contra los derechos constitucionales.

Gloria Tello ataca a la libertad de prensa, a la Constitución y a los trabajadores

Ataques perpetrados desde su sueldo público

Ya esta concejal que nunca tiene dinero para su función que no es otra que cuidar y conservar de nuestro patrimonio sí lo tuvo para efectuar un monolito al 15 M o para poner una exposición de la «primavera valenciana» con fotos mostrando a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del estado como casi terroristas de estado, como «fuerzas de ocupación».

Un sinsentido que se haga con el dinero destinado a conservar el patrimonio que se cae a pedazos, un ataque a los demás perpetrado con el dinero de todos. Odio, mucho odio el que destila esta concejal contra los demás. Si no un ejemplo las primarias de Compromís, en las que un desconocido e ilusionado joven de Iniciativa consiguió avales para ir en listas de puestos de cabeza. El error, meterse contra la Tello, así, obligó a repetir las primarias porque ella no había salido. Odio permitido desde Compromís, ataques y señalamientos incentivados desde Compromís y el PSPV que permiten y consienten.