El Ayuntamiento vuelve a modificar el PAI del Grao. Sandra Gómez presenta por la mañana las modificaciones y Ribó horas después dice se consensuarán con los vecinos

Una vez más ayer asistimos a una nueva película de terror del Ayuntamiento de Valencia. A media mañana la vicealcaldesa Sandra Gómez (PSPV) presentaba als modificaciones que a través de AUMSA se han efectuado en el fututo PAI del Grao ( ya son las segundas modificaciones). Pero tan sólo unas horas después, el alcalde Ribó (Compromís) aseguraba que las moficicaciones se consensuarían con los vecinos en una reunión de la plataforma del litoral per al poble que reúne a los vecinos del Grao-Port, Nazaret y La Punta.

Dos propuestas de dos ayuntamientos distintos que forman un sólo gobierno, de ahí la guasa. En la Ciudad de Berlanga todo es posible, tanto como decir lo mismo y lo contrario con minutos de diferencia y quedarse tan ancho. Un Gobierno municipal donde cada uno forma su propio criterio y parece una guerra de guerrillas donde cada cual barre para su casa. Parece que lo importante es presentar proyectos, sean viables o se hagan o no parece ni importar.

Ribó cuenta con los vecinos afines a su ideología pero vuelve a olvidar a los vecinos de PenyaRoja que lindan con los terrenos y a los que afecta directamente. «Del govern de les persones al Govern contra les persones», eso sí, si no son afines Ribó los califica de enemigos según lo visto y los ignora. Parece que los proyectos salen en virtud de la afinidad política con el alcalde.

Proyecto presentado por Sandra Gómez

En el proyecto presentado por Sandra Gómez del futuro barrio del Grao se vuelve a hacer otra modificación más. Si en la anterior ya se eliminaron los canales que conectaban el final del río Túria con la Marina de Valencia y que trataban de solventar el final del río y el estancamiento de agua que provocaba mal olor y molestias a los vecinos de Nazaret. Ahora se elimina parte de los viales.

El proyecto acaba en culo de saco la Alameda donde acaba ahora. No la remata accediendo al mar como en el proyecto inicial. Morirá en el entorno de las vías del tren. Así se eliminan el problema de cruzar las vias. Lo sustituye por una zona verde.

El proyecto también modifica la edificabilidad, trasladando algunos edificios de primera línea de alameda a la trasera del muro del Cementerio del Grao. Así junto al camposanto se elevará una torre de viviendas pegado a él. Con una excelentes vistas «llenas de paz».

Igualmente se eliminan las calles y se deja el trazado del antiguo circuito como itinerario peatonal y ciclista. Configurando un delta verde junto al río que seguirá estancado. ya que no se aporta ninguna solución para su continuidad hacia el mar.

Un proyecto «con perspectiva de género y de ciudad 15» definido así por Sandra Gómez, pero que ni ella debe saber lo que significa.

Dudas e inconcreciones

Si bien el proyecto diseña una gran rotonda sobre las vías del tren actuales para seguir la Avenida de Francia hacia el mar, no concreta plazos. No hay proyecto definido ni plazos para el soterramiento de las vías que salen desde Serrería y que paralizan el proyecto.

Nada se dice sobre este gran escollo que lastra desde hace décadas este proyecto urbanístico, y da la sensación de un anuncio más vacío de contenido e intenciones. Ya que el principal escollo se deja fuera de la ecuación sin más.

Reserva de suelo

Por otra parte, se reserva un 25% de edificabilidad para viviendas dotacionales y de protección pública, “con el objetivo de que sea accesible para todas las familias”, algo que no contemplaba el actual planeamiento. La conexión viaria a las viviendas se realizará a través de viales residenciales. Se prevé asimismo tres equipamientos escolares y otros tantos municipales.

El proyecto de Joan Ribó

Unos minutos después, y reunido el alcalde con entidades vecinales afines y alineadas junto a él contra el desarrollo del Puerto de Valencia aseguró que esta deficinición se hará consensuada con los vecinos. Lanzando a la basura el proyecto presentado minutos antes por su propia vicealcaldesa.

Fuentes municipales aseguraron que ambos eran compatibles. El entorno de Ribó aseguró que el proyecto presentado por Gómez era un buen punto de partida para empezar a trabajar. Dos ayuntamientos con dos modelos diferentes que se ponen palos en la rueda unos a los otros, y la Ciudad parada.