Animales de dos patas orinan cada fin de semana en Las Torres de Serranos. Las cámaras de vigilancia no sirven para nada

Cada fin de semana, animales de dos patan orinan en las Torres de Serranos, perjudicando las puertas de madera recién restauradas y las piedras del monumento. Lo hacen con total impunidad, a pesar de las cámaras de «supuesta vigilacia y control» instaladas ahora ya hace un año.

El Cïrculo del patrimonio denuncia nuevamente la total impunidad. No es gamberrismo, es delito contra el patrimonio. Las pintadas y los orines llenan el patrimonio de los valencianos ante la total desidia de las autoridades municipales que ni vigilan ni cuidan del patrimonio cultural de los valencianos.

¿Y las cámaras instaladas para qué sirven?

Pues parece que para nada. Han tardado más de tres años desde que se aunció su puesta en marcha en estar operativas. Ahora hace un año, y por las repetidas preguntas parece que los funcionarios de cada edificio tienen acceso a las cámaras a través de sus pantallas en horario de apertura. Pero es la propia Policía Local la que «supuestamente» visiona las mismas cuando los funcionarios no lo hacen.

Las cámaras de grabación mantienen lo grabado 15 días. Según el propo concejal de Seguridad Ciudadana Aarón Cano la policía visiona las imágnes cuando es informada de algún delito perpetrado contra ese patrimonio.

Pero por contra, nadie responde a cuántos delitos se han conseguido no perpetrar o cuántas denuncias se han interpuesto. Pues parece que ninguna.

La desidia con el patrimonio

Este Ayuntamientos e pone las pilas en promocionar la cabalgata de las magas republicanas o en hacer monolitos al 15M, mientras asegura que no hay dinero para recueprar y poner en valor el patrimonio, como es su obligación.

Hay dinero para lo que se quiere, o eso parece a la vista de los hechos. El patrimonio y su conservación parece no estar entre las prioridades del Gobierno municipal de Ribó y Sandra Gómez.

Una vez es una entidad privada, el Círculo de la Defensa del Patrimonbio el que ha de velar por el patrimonio de todos ante la desidia de las autoridades y su inacción total.