– En los barrios sólo el 2% de las viviendas residenciales podrán destinarse a apartamentos turísticos
– Los ocho años del gobierno de Compromís y PSOE, sin regulación, han hecho proliferar más de 10.000 apartamentos registrados ilegales en las plataformas de alquiler de apartamentos turísticos
– En un año el actual gobierno ha dictado más de 500 órdenes de cese de viviendas turísticas ilegales, frente a la media anual de 70 órdenes en el mandato anterior
El Ayuntamiento de Valencia va a poner freno a los apartamentos turísticos con la normativa más restrictiva en todo el territorio español donde para conseguir una licencia se deberán pasar hasta cinco filtros o “candados limitaciones”, tal y como los ha denominado el concejal de Urbanismo y Vivienda, Juan Giner, para que su implantación sea sostenible y evitar una saturación a la que se ha llegado en algunos barrios por los más de 8 años sin control ni normativa del anterior gobierno de Compromís y PSOE.
Valencia sólo permitirá en los barrios que el 2% de las viviendas se destinen a alojamientos turísticos y se impondrán hasta cinco mecanismos para restringir aún más la proliferación de alojamientos turísticos en la ciudad.
El 98% de los inmuebles en cada barrio serán de uso residencial o destinado al comercio/ocio.
No se podrá destinar a apartamento turístico un piso en una comunidad de vecinos y los bajos tampoco se podrán utilizar si la comunidad de vecinos los rechaza, pero debe registrarse en los estatutos de la comunidad.
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Siempre los alojamientos turísticos deberán estar por debajo de viviendas de uso residencial o en edificios completos.
La normativa ya pone freno a que en un bloque de viviendas se utilice alguno de los pisos para apartamento turístico, ya que siempre deberán estar en bajos o primera planta, nunca por encima. Además, el Ayuntamiento obliga a los que estén en primera planta a tener acceso independiente de la finca.
Con el fin de proteger a los vecinos, y mantener una implantación equilibrada entre los barrios, se establecen hasta cinco candados, limitaciones o controles para conseguir una implantación sostenible y no el caos actual generado por falta de control y normativa. Valencia no está contra el turismo, ya que es una de nuestros motores económicos y generadores de empleo, pero debe hacerse sin perjuicio de las personas que viven en nuestra ciudad.
CONTROLES O LIMITACIONES
El primer control que prohibirá la implantación de nuevas plazas turísticas en los distritos que superen el 8% de número de plazas turísticas (hoteles y apartamentos) respecto el número de vecinos empadronados en el distrito, es un primer nivel de protección de los vecinos.
Posteriormente, en un segundo nivel de protección de los vecinos, se prohibirá en aquellos barrios que superen el 8% de número de plazas turísticas (hoteles y apartamentos) respecto el número de vecinos (empadronados) en el distrito.
Por otro lado, para evitar la pérdida del uso residencial en la ciudad y su sustitución por el uso turístico de forma generalizada, se establece una tercera protección de la vivienda por el que el número de viviendas turísticas y apartamentos turísticos no podrán superar el 2% del número de viviendas residenciales de cada uno de los barrios. La única limitación que hizo el anterior gobierno fue del 10% en el Cabanyal, ocho puntos por encima de la nueva limitación, que afectará a toda la ciudad de Valencia a excepción de Ciutat Vella que tiene su propia regulación que aprobó el actual gobierno.
Además, para evitar que las viviendas turísticas se concentren en una determinada zona de los barrios, se establece una cuarta protección de las viviendas que establece que las viviendas turísticas no pueden superar el 5% del total de las viviendas de una manzana de viviendas.
Por último, se propone una quinta protección del comercio, ya que se limita al 15% de locales existentes en cada manzana de viviendas donde se puede desarrollar una vivienda turísticas, de forma que el 85% de los locales estarán destinados a otros usos terciarios: oficinas, restaurantes, bares, peluquerías, ópticas, farmacias, clínicas, etc.
Con la combinación de estos 5 candados se blinda definitivamente que los apartamentos turísticos ya no puedan ir a más en nuestra ciudad. Además se incluye en la regulación para incentivar que haya más oferta residencial la reversión de las viviendas turísticas en viviendas de uso residencial siempre que cumplan con las condiciones de habitabilidad establecidas, flexibilizando la compatibilidad entre terciario y residencia. Justo lo contrario de lo que se regulo en la anterior legislatura.
“Esta normativa busca proteger al vecino, priorizar el uso residencial (la vivienda) y el comercio de proximidad (peluquería, cafetería, farmacia, clínica dental, el gimnasio, guarderías infantiles, etc) apostando por un modelo turístico sostenible y de calidad”, explica el concejal de Urbanismo, Juan Giner.
UNA HERENCIA CAÓTICA POR FALTA DE CONTROL
La ciudad ha carecido de normativa en esta materia y ha provocado un aumento de los apartamentos sin control. Los ocho años de gobierno de Compromís y PSOE fueron de barra libre para la proliferación de viviendas turísticas legales e ilegales al no existir ningún tipo de regulación y por ello más de 10.000 viviendas turísticas ilegales están registradas en las plataformas de alquiler turístico. Una herencia grave a la que ahora se va a poner freno con la primera normativa municipal para regular el alojamiento turístico.
Hasta ahora, no existían límites para el alojamiento turístico por barrios y distritos, pudiendo llegar hasta el 50%, y permitiendo las viviendas turísticas sin límites máximos, salvo en el Cabanyal, donde a finales de 2023 se fijó en el 10%, pero únicamente para las viviendas turísticas. Y donde lo hicieron fue un fracaso, este es el caso del Cabanyal.
Además, las órdenes municipales de cierre de viviendas turísticas ilegales se han disparado en el último año con más de 500 órdenes de cierre, frente a la media anual de 70 del mandato anterior.